Ayer te ví pasar, y con tu sombra encendiste los recuerdos recónditos; oscuros.
Los recuerdos que hieren...
Los que a veces se encumbraban por tu piel y me hacían perder el control.
Bajo el calendario abrazas los suspiros tímidos y te aferras a la paupérrima ilusión. Mas sólo quiero ya no desearte y que vivas con inconcedible utopía de soñar con un futuro mejor lejos de toda esta mierda...
Pero como una vez te susurré al oído:"te falta mucho...". Cuando mires atrás espero comprendas que nuestros caminos sí se debieron separar, por que tú y yo no servimos para amar.
Ahora trato de ahogar mi lujuria cuando me rozas, intento no caer otra vez en el embrujo maldito de tus labios...
Y me engaño con el orgullo. Con la madurez que mata mi instinto infantil.
Ya es cerca el umbral al olvido, pero sintiéndote así... no sé bien si quiero entrar.
Texto agregado el 11-01-2006, y leído por 167
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