Esta es la historia de unas ovejitas comunes y correntes, con vidas comunes y corrientes, en mundo común y corriente. Hasta que todo cambió..., llegó la maléfica, la viuda negra, la despiadada, ¡llegó!, la OVEJA NEGRA.
Y todas estas ovejitas comunes y corrientes, con vidas comunes y corrientes, en mundo común y corriente. empezaron a criticar y a mirar a esta ovejita negra. Es así que se reunieron en su salón común y corriente para decidir que iban a hacer con esta ovejita.
y saben qué? decidieron matarla...
(lastimosamente en Colombia, cada vez que sale una persona a luz pública con la verdadera intención de cambiar este cochino pueblo lo matan, pero como no quiero que te quedes pensando en lo irónico de la vida y las muertes que asotan a mi hermoso país, mi imaginación seguirá fluyendo)... y la historia continúa así.
Como les parece que con el tiempo, una de estas ovejitas comunes y corrientes, con vida común y corriente, en mundo común y corriente. Le dío por filosofar y dijo ¡OH NO!, ¿hemos matado a una de nuestras hermanas tan solo por ser diferente?, es así que esta ovejita habló con cada una de estas ovejitas comunes y corrientes, con vidas comunes y corrientes, en mundo común y corriente; y llegaron a la conclusión de que habían cometido un grave error.
Es así pues, que decidieron hacer una estatua en el parque central del mundo común y corriente, la más grande y de oro por cierto, para así, cada vez que la vieran... se acordaran de esa ovejita negra para que cada ves que llegase otra ovejita (como esta) tratarla bien y no obrar de esa forma vil que lo hicieron.
Con el tiempo llegó otra ovejita negra a donde estas ovejitas comunes y corrientes, con vidas comunes y corrientes, en mundo común y corriente; y... ¿saben que pasó?... LA MATARON, y... ¿saben por qué la mataron?... POR NO PERDER LA COSTUMBRE.
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