Inicio / Cuenteros Locales / gericos / La última voluntad
A un pueblo apartado llegó un día un sacerdote católico. De inmediato éste quedó anonadado por el espectáculo que brindaban las gentes del pueblo ante el cuerpo ya descompuesto y cadavérico de un anciano.
El sacerdote veía como las personas iban pasando de una en una hablándole al oído del viejo y, luego, acto seguido, colocaban su oído cerca de la boca del difunto como si éste en secreto les hablara.
Extrañado, el religioso se acercó y preguntó a una de las personas que esperaba su turno en la fila:
- Ese hombre lleva de muerto mucho tiempo, ¿verdad? ¿por qué no lo han enterrado aún?
- ¡Porque estamos esperando que nos revele su última voluntad!
Bogotá, Enero 9 de 2006 |
Texto agregado el 11-01-2006, y leído por 130
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