Padre nuestro, que estás en el cielo; lejano, inaccesible, inhumano. Santificado sea tu Nombre; los necios lo necesitan. Venga a nosotros tu reino; y nos procuraremos mas justos. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; Solo mira a los hombres, ¿cómo es tu cielo? Danos hoy nuestro pan de cada día; mis manos sangran, lo he ganado. Perdona nuestros pecados; Somos tu imagen y semejanza. Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; Somos humanos, no dioses. No nos dejes caer en la tentación; de contentarnos con ser siervos. Y líbranos del mal; descubre tu verdad. Amen.(púdrete)
Texto agregado el 11-01-2006, y leído por 186 visitantes. (1 voto)