DESQUITE


“EL AMOR DIVINO SE CONSIGUE
A TRAVES DEL AMOR CARNAL”


Hemos hecho el amor tantas veces que mi piel ya no es mía
siento la necesidad inmensa de pertenecerte y poseerte
por causa de la pasión inflexible que me invade, mientras llenas mi cuerpo de ambrosía
y es que mi vida ya solo pienso en amarte,
y en que tus besos me desnuden poco a poco
y el tiempo se me va en imaginar
que te vuelvo con mis caricias medio loco.

 
Tengo en el alma tu último gemido
y fué tan sugestivo, lento y suave
su gentil sonido
que muy lejos y rápido voló el ave
llevando en sus lascivas alas tu sexo y el mío.

En mi piel cada caricia y cada beso tuyo está presente,
cada delirio y cada estremecimiento del placer robado
en la dicha constante e infinita que logramos juntos
y en la gracia de aquel primer "te amo" entre gemidos susurrado.

Adéntrate conmigo en la arboleda sagrada
de aquel bosque prohibido
que entre sus ramajes guarda
el secreto lúbrico que excita los sentidos.

Vén y amémonos de nuevo en la oscura cueva de un oso hambriento
no es un lugar romántico, alguien diría
pero creéme lo que te digo y no es cuento:
es un lugar especial y ni por las fuentes de Arcadia lo cambiaría.