Vestida de sorpresas
Una aparición, eso sentí cuando te vi de frente y cercana, vestida como una virgen del nuevo siglo, llena de coloridos y símbolos en el rostro, anunciando la llegada de un cielo renovado, más pleno y tangible. Así se inicia un viaje rodeado de ángeles que van creando un efecto multiplicador y que colma nuestro espacio, elevándonos al paraíso que nos espera al final de un sendero en primavera.
Y en una misma aparición divina, te encuentro apenas disimulada bajo un ropaje justo, que nos hace visualizar un acercamiento bíblico, capaz de llenar todas las esperanzas que nos habitan, a través de una revelación infinita y celestial.
De nuevo, surges desde lo alto, en tu forma más terrena, para señalar que las divinidades también son ciertas y corpóreas, y se comunican entregando señales que son de ida y vuelta.
Regresarás, espero, algún día, virgen de los nuevos tiempos, para contarme del color de tus cielos, las flores que cultivas y los frutos que maduras.
|