Caminaba por el parque y una enredadera me dijo:
-¡Hey, detente! ¡No te muevas!
Sorprendido, así me quedé. Estático y frágil con tanta convicción, que al paso del tiempo fui otra enredadera más en el jardín de estatuas.
Texto agregado el 09-01-2006, y leído por 156
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Lectores Opinan
09-01-2006
Me siento conmovida por tu cuento...
Es una historia con un dejo desgarrador.
Gracas por la dedicatoria.
A veces leo bajo el agua... mapata
cuento breve, bastante exotico pero creo q te deja algo como desilusiòn por querer seguirla. chetchenco
09-01-2006
Es muy buena tu narrativa breve; deslizas al lector por sobre la normalidad de un día común, pero reviertes hasta la lectura en el final. Te felicito. el_rey
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