Comenzó el año lejos de lo conocido, lejos del mundo que me rodeaba cotidianamente, surgió de repente. Sin pensarlo me había embarcado en un viaje que realmente no me apetecía en un principio, el final del año estaba siendo extraño, pero a la vez las emociones me embargaban cada día más. Al hablar de ellas querría decir que no todas eran buenas, pero mucho menos malas, había encontrado a una persona que me amaba, había encontrado a una amiga que me nublaba demasiado los pensamientos haciendo que sintiera algo realmente maravilloso y que confundía mis sentimientos, quiero decir que esas personas eran totalmente contradictorias entre si, pero me hacia sentir algo muy parecido, eran seres con ojos dulces y almas blancas o al menos yo lo sentía así, almas blancas que me embriagaban, almas blancas que me hacían despertar con una sonrisa.
La decisión del viaje, surgió de repente como he dicho antes y las dudas de hacerlo o no desaparecieron justo cuando comenzó, descubrí gente cercana que tenia olvidada, redescubrí lo fácil de la risa, lo sencillo que era encontrarse bien con un grupo de amigos, me gustaría decir que hacia mucho tiempo que no pasaba tantas horas seguidas riendo, en calma, sin preocupaciones, sin mas en que pensar, que disfrutar de aquella compañía celestial y ajena a la mierda que me recorría por la cabeza día tras día.
Durante el viaje empezaron a desaparecer muchos sentimientos, pero no conseguía olvidar los ojos de aquellas personas.
El año comenzó tarde, para decirlo correctamente, un cuarto de hora más tarde que los años anteriores, no nos dimos cuenta del sonido de las campanas hasta que vimos como se marchaba la gente de la Puerta del Sol.
No soy de los que piensan que algo así puede ser de mal augurio en la entrada del año, ya que me quedo con la compañía de los amigos que me rodeaban en ese momento y la verdad noto que será un buen año.
Toda la calma de mi pequeña escapada empezó a desaparecer en el viaje de vuelta, cuando la humedad del ambiente me mostraba que me acercaba de nuevo a mi ciudad, me acercaba a Barcelona, puede que fuera por un mensaje que recibí de Bilbao, puede ser que fuera por que volvía de nuevo a la realidad de mis días, puede ser que fuera por muchas cosas que no estaban bien dentro de mi conciencia recién descubierta no hace mucho tiempo atrás.
En fin que volví, que me notaba cambiado y como cuando alguien se nota cambiado ve las cosas exteriores también cambiadas, dejé que todo viniera a mi en la forma real y no me desesperé como lo hacia antes de irme.
Hoy hace cinco días que llegué de mi éxodo, de mi breve retiro y la verdad que noto que el año comenzó activo, demasiado activo.
Los ojos de aquellas personas han cambiado algo, me han hecho pasar por una prueba consciente o inconscientemente de mi mismo.
Me noto cansado para luchar pero no lo suficiente para tirarlo todo por la borda.
Sigo sintiéndome solo, aunque nunca lo este.
Sigo pensando demasiado, ocupando mi mente en imposibles que no lo son.
Sigo mi paso firme hacía la autodestrucción, aunque me de cuenta no hago nada para evitarla.
Sigo queriendo y amando.
Realmente ahora mismo me noto cambiado, me quiero demasiado para sufrir por esos palos que te da la vida, una y otra vez.
He decidido que me quedo con mi sonrisa, lo demás vendrá por si solo.