Desde aquí te contemplo embelesado
Extasiado perdido a sobremanera
Con mirada y voz de enamorado
Rebosante De mil y una noches de primavera
Y aunque mil y un días peregrino
De caminar tus calles y rincones
Anchas plazas y angostos callejones
De pensarte solo esto atino
Que al amarte en tanta forma y tal manera
Admitir que llena tal eres de gracia
Que aun te encuentro virgen como en la nuestra infancia
Que aun te encuentro pura como la vez primera

Como la dueña de mil cruzadas
Como la que de todas ellas frente en alta
Como tus mezquitas como tus olivos
Como tu gólgota o tu vía Apia
Como tu frente como tus besos
Pechos y caderas anchas
Toda tu eres muy mía
Desde tu muro de los lamentos
A la frescura de tu jordán
Desde lo incierto de tu futuro
A la belleza de tu esperanza

Tierra santa que de amores mi corazón embriagas
Morir por ti en la guerra y sus fragores
Que en la mayor de mis sinsabores
Con la dulzura de tus higos me empalagas
Hazme el amor sedúceme hasta el desconcierto
Embalsámame de mirras y de áloes
Y si en mi audacia desfallesco
Guarda mis restos en tu mar muerto
Que envuelto en tu santo sepulcro
Mi voz oiras por cierto alta
Que te amo que te adoro que te quiero
Que te añoro que eres mia y solo mia siempre mia
Tierra santa