Soñé que tú y yo íbamos al mismo colegio. ¿Te imaginas nosotros dos viéndonos todos los días? Que más podría yo pedir…
Lo malo de esto es que tú estabas metido en un club, al que yo misma te había forzado a entrar, porque yo era miembro.
Al principio cuando entraste todo iba bien. Yo estaba feliz de poder pasar más horas junto a ti. Pero con el tiempo te fuiste obsesionando con el club. Y me fuiste dejando de lado. Y aunque estuviéramos en todos lados juntos, para ti era como si yo no estuviera. Me ignorabas completamente. Una vez recuerdo que teníamos que hacer un trabajo en parejas. Entonces el tipo que yo más detestaba me pidió que fuera con él. Y yo le dijo que no, que yo era contigo. Más a ti siquiera se te pasó por la cabeza formar grupo conmigo. Estabas muy ensimismado en ti mismo y fuiste con la primera persona que se te cruzó por delante.
Fue entonces en ese momento cuando supe que nada andaba bien entre nosotros. Porque cuando iniciamos nuestra relación, tú hubieras hecho lo que fuera para estar a mi lado…
Y en cambio ahora, aunque me dices que me quieres, tus acciones no me lo demuestran.
Entonces esa misma tarde decidí hablar seriamente contigo. Aunque me decías que estabas muy ocupado, y que tenías muchas cosas que hacer, no me importó y te llevé a un lugar en el que pudiéramos estar solos para poder hablar en privado. Fue allí en el estadio del colegio, un lugar grande y vacío, donde te dije lo que perturbaba mi corazón:
“¡Ya deja de pensar tanto en ese maldito club, y préstame atención! Mira…quiero pedirte disculpa por forzarte a entrar en ese club. Tan solo quería pasar más tiempo a tu lado, y… que me entendieras más, ya que entrando al club sabrías más sobre las cosas que me gusta hacer. Aunque me di cuenta que fue al revés; porque en este último tiempo nos hemos estado alejando. Ahora siento tu cariño muy lejos de mí.”
Tú me mirabas desconcertado, como si no tuvieras idea de lo que estaba diciendo.
“Yo te iba a pedir que por favor, que si aun me quieres tanto como antes, tómame más en cuenta. No sabes como me duele cuando me ignoras…porque yo te…”
Y justo en ese momento, cuando te iba a decir que te amaba, repentinamente el estadio se llenó de gente que esperaba el inicio de un partido de fútbol… y fue cuando volví a perder tu atención de mí…
Intenté llevarte a otros lugares para decirte cuanto te amaba, y que necesitaba tu cariño, pero siempre alguien nos interrumpía.
¿Qué nos está pasando?
A pesar que ahora te quiero muchísimo más que al principio, ahora nos demostramos cada vez menos que nos queremos.
Y así fue como desperté. Desperté, y jamás alcancé a decirte que te amaba. “TE AMO”… unas simples palabras, que tienen un significado mucho más grande que solo decir: “te quiero” o “te quiero muchísimo”. Palabras que al inicio no sentía, pero que con el tiempo han alcanzado un gran sentido.
Esto es tan solo un sueño; sin embargo cuando me desperté me quedé meditando un raro y pensé:
“Si nuestro sub.-conciente nos dice en sueños lo que realmente sienten nuestros corazones, entonces…
¿Será que lo que soñé es lo que yo realmente siento sobre ti?”
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