Ya no las soporto,
estas sanguijuelas están cada vez
más gordas
y los colmillos se duplican
e insertan en mis ojos.
Son inteligentes, solo me atacan en la penumbra
y en aquellas dimensiones del pensamiento donde solo yo soy
víctima,
testigo
y victimario,
nublando el razocinio
y dando paso a estas insípidas
palabras de falso aliento.

Soy de carne y hueso (además de otras toxicidades),
mi carne se desgarra
y sufre,
pero aún tengo huesos
y éstos me mantienen firme.

Es lo mas normal del mundo,
no soy el primero ni el útimo.
Frases como ésta me hacen sentir mejor,
pese a todo
estoy convencido de que es lo mejor
para èl y para mi.

Creo que a estas horas
solo quedan unas cuantas chupa sangre,
son las más pequeñas,
aquellas que se ocultaban tras las grandes azuzandolas.

Al parecer he encontrado
una manera de sacármelas,
por lo menos
hasta que me encuentren denuevo
o yo a ellas
hoy o después.

Y me pregunto qué opina
y qué es lo que quiere
Él de mí.

No quiero dormir
porque temo
no querer despertar.