Negro camino de indiferencia.
Días que lloran un luz sin estrella.
Sombras que alargan las horas,
Que como eternas mensajeras del olvido,
Por mi alma velan.

Suspiros callados.
Un jarrón roto.
Una lagrima limpia
De un corazón sin apoyo.
Caminos sinuoso,
Vacíos y mudos.
Penas que callan en un grito sordo.

Una vida vacía.
Una cicatriz que nace.
Un sueño profundo,
De un miserable.
Los hilos que el Destino,
Que en sus tardes de miedos
Arroja sobre la tierra
Para ver quien los encuentra,
Y atrapa;
tortuosa y ligera.

Burda y triste hipocresía,
De gente y caras vacías.
Historia eterna,
De una vida que no termina.
Sin ganas de conocer,
Que le espera el próximo día.

La pena a este corazón venció,
Ahogándolo en llanto mudo de dolor.
Un grito sin nombre.
Se perdió la razón.
No encuentro tus ojos,
Que me guiaron hasta hoy.

Mas no puedo quedarme aquí tirado,
Le prometí a tu silencio que no lo haría.
Mas es una promesa que un día
Sé que no podré cumplir.

Llevo en mi mente
Valiosos recuerdos,
De gente sin nombre
Que una vez conocí.
De quienes ni el nombre recuerdo,
En este teatro de olvido
Que un día construí.

Mas por tu nombre
Que por el mío.
Resisto a las sombras,
Enfrento al Destino.
Busco un futuro,
Por mas que no crea.
Construyo un camino,
Arrojando estas penas.

Aún las recuerdo,
En mi están presentes.
Como flor marchita,
De espinas hirientes,
Mas tus ojos
De fuego y pasión,
Queman mi odio,
Su recuerdo es mi luz.