Muerte; no hay descanso
La tierra, la luz se ha apagado.
De rojo carmín se han teñido,
La rosas blancas del prado.


Muchas vidas jóvenes,
Al tiempo se han olvidado;
Como aquellas de los grandes
Que vivieron en el pasado.

Hemos olvidado lo que es vivir en Paz,
Hemos olvidado lo que es la honestidad.
Ya no hay armonía,
Ya no hay tranquilidad.

Se han transformado,
Las risas en llantos;
Por ver a su gente
En ese emífero estado.

Desde el cielo las lagrimas,
Se pueden ver llegar;
Como plumas de gaviotas
Que el viento fue de arrancar.

No se siente ya la dicha,
De quienes han vivido;
Sus sueños de Paz y gloria
Hoy se han perdido.

Muchos soñaron,
Con la paz en la tierra;
Muchos han conseguido
Que solo sea pasajera.

Hemos olvidado,
Los ideales del pasado;
De aquella gente de tierra
Que por la Libertad de esta han luchado.