estas puñaladas que se clavan en mi ser no me duelen
por que eres tu quien las da,
esta sangre que recorre mi pecho
tu mirada de satisfaccion es la que se dibuja en mis pupilas, tus tacones pizando mi cabeza mientras unos sonidos de dolor salen de mi boca seca y sin aliento.
los aullidos y rumores de la calle se cuelan por la ventana, nos recuerda que nuestra soledad es efimera he inexistente.
El violin que has dejado sobre mi cama destendida y humeda por el sexo q me has brindado
no es mas que un objeto que recuerda que no deberia estar ahì el amor que me has brindado no es mas que una limosna
el frio que se apodera de mi
se clava en mi interior
mi lecho se mancha con la sangre qu ha de derramar mi propio deceo.
Texto agregado el 06-01-2006, y leído por 109
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Lectores Opinan
06-01-2006
No llama la atención leer malos textos, los errores ortográficos son casi una moda. Pero que además se copie mal, eso ya es intolerable.
censor
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