En el laberinto de la euforia me encuentro,
monton de espejos rotos con forma de suelo,
y yo descalzo, caminando en mis ganas,
descansando en la impresion del resto,
boquiabierto el publico espectante,
que se deleita con mi herida y sangre,
me quieren ver retroceder, por ultimo caer,
pues lo de siempre... no les doy en el gusto,
hace falta mucho mas que dolor en el cuerpo,
para que hagan mella mi fuerza y mi templo,
si desfallezco un segundo patearan mi cabeza,
tal como lo hicieron en combates de antaño,
se desconecto el pensamiento del sentimiento,
obligandome a pensar en sutiles tiempos,
ya nada me puede hacer pizca de daño,
sin recordar si quiera las huellas borradas,
de aquellas pisadas que no dejaron nada
mas que unas pocas cicatrices disfrazadas,
las borro en mi piel con una pequeña quemada,
les suelto y restriego en su sucia cara mi risotada
mirenme! mirenme! ya se lo que se preguntan,
como puedo seguir de pie? ilusiones solo eso,
no creas en nada de lo que ves...
porque puede ser verdad.
Y mi sangre, ay! mi sangre.
Adivina de que color es. |