¡Esto está malo hermano!

Por: (*) Elbert Romero Barrios.

Las situaciones difíciles han estado muy unidas al desarrollo de las civilizaciones. El hombre, más que cualquier otra especie en la tierra, ha sabido afrontarlas o las ha vivido de múltiples maneras, en unas, ha salido victorioso, en otras por el contrario, se ha dejado arrastrar y vencer por los acontecimientos, posibilitando que una oportunidad se le convierta en amenaza, o sacar del menú de las amenazas, barajas de oportunidades para propender por su realización personal, aspecto este que poco o nada tiene que ver con la adquisición y colección de bienes materiales.

De acuerdo al contexto cultural, el hombre ha heredado por generaciones modelos mentales que lo han caracterizado, identifican y lo diferencian unos de otros; de allí que se deriven conductas, mitos, creencias, formas de pensar y otros paradigmas.

Uno de estos, en nuestro entorno, es la popular oración “esto está malo.” Se ha hecho tan célebre por su diaria repetición, que al no pronunciarla, o escuchar su antónimo, es motivo de gran preocupación, alarma y asombro.

¡Esto está malo hermano! y se le complementa con el apellido: ¡ la vaina está jodida ! Pero ¿que hay de cierto en todo esto. ? En gran medida son especulaciones, pero; ¿quiénes lo dicen y afirman. ? Veamos algunos:

Los industriales, políticos y politiqueros; gobernantes, acaudalados terratenientes, desnudos invasores, campesinos, militares, policías y curas, reclusos y extraditables, maestros y analfabetas, médicos, enfermos y sanos, tinteros y caficultores, albañiles e ingenieros; empleados, desempleados, vagos, jóvenes y viejos; deportistas y sedentarios, casados, solteros, divorciados y viudos; bohemios, bebedores y abstemios, ganaderos vende chuzo y butifarras, la encopetada ama de casa, la doméstica empleada y la prostituta, el estudioso y el despistado, en fin, desde el triste morador y transeúnte de callejuelas y alcantarillas, pasando por los ciudadanos del común, de los estrato menos uno, hasta los círculos conformados por las altísimas esferas donde transita la “ honorabilísima sociedad. ”

Absolutamente todos, Pronunciamos la consabida frase, dibujando tétricas facciones en el rostro y una lúgubre tonalidad y quebrantamiento de voz, expresando un cansado y angustioso lamento: ¡Esto está malo hermano. !

Pero como toda regla tiene su excepción, a quien nunca se le escucha esta heredada queja es a los locos, ¿ o será que ellos viven en la normalidad y los locos somos nosotros?

¿Pero que tan cierta será la perpetuidad del heredado decir sobre lo malo de la situación. ?

Saquemos algunas conclusiones: Si tienes algo de comer en la nevera, ropa para cubrirte la desnudez, posees techo para guarecerte, del sol y de la lluvia, de la intemperie y tienes un lecho para dormir; eres más afortunado que el 80 % de la humanidad.

Si tienes la dicha y la fortuna de gozar de buena salud; eres más afortunado que un millón y medio de personas que no sobrevivirán en esta semana, en este día, e incluso en este preciso momento que tu analizas esta reflexión, alguien ha de estar muriendo por múltiples circunstancias.
Si tu y tu familia no están en peligro de guerra y no padecen del tormento de una tétrica y fría celda de una prisión, de un calabozo, del secuestro con su agonía, no padeces de la tortura que ocasiona el hambre y el desplazamiento forzoso; estas mejor que 670 millones de habitantes de la tierra; si tienes la gran fortuna de trasladarte de un sitio a otro sin sufrir de hostigamiento ni temor de ser arrestado, entonces ¿por que carajo te quejas. ? ¿ Por que no tienes dinero?

Piensa y reflexiona sobre esto: Jamás ninguna fortuna le alcanzará al hombre para vivir, sin embargo, todo ingreso que logre percibir, aunque mínimo, le alcanza y “alguito” le sobra.

Es necesario que hagamos un alto en el camino y seamos honestos con nosotros mismos, ser conciente y poseer una aproximación cultural del medio donde nos movemos y de nuestros pareceres, para promover proyectos de transformación de la cotidianidad, sobre todo en un país como el nuestro, donde 172 países del mundo le exigen visa a los Colombianos, donde los espacios laborales son cada vez más cerrados y los reportes de Planeación Nacional, nos dice que aproximadamente 23 millones de personas viven en la pobreza, con unas condiciones donde el hambre mata más que la propia guerra que vive el país, sin embargo, no hemos aprendido a vivir con nosotros mismos, pero más preocupante es señalar que de las 240 fortunas en poder de unas pocas personas, lograría cubrir la necesidad de hambre en todo el mundo. Ojala estos modestos argumentos logren transformar, así sea en mediana medida, nuestros puntos de vista sobre nosotros y nuestro accionar; bien cierto es que no actuamos con lo que pensamos, sentimos ni con lo que vemos. Hay una palabra que poco a poco debemos asimilar: RACIONALIDAD, que es esto?, La desconocemos totalmente, dado que somos seres contradictores por naturaleza. De allí que un acuerdo de paz será imposible antropológicamente, por nuestra naturaleza contradictora.


Los seres humanos actuamos de acuerdo a las emociones y estas las define cada cultura, emociones básicas, biológicas: (miedos, tristezas, sentimientos), y estas relaciones influyen en la interacción con los demás, de allí que la racionalidad se base en lo emocional o en el lenguaje.

Se resaltan tres componentes en el presente postulado, el tema invita a la profundidad y a la interrogación personal del por qué el ser humano se le dificulta desarrollarse humanamente..? Cada individuo forma parte de un sistema o subsistema, suprasistemas, enmarcados en espacios como: la familia, el barrio, territorio nacional, relación de parejas; así mismo subsistemas de subsistemas. En cada uno de estos escenarios nos movemos motivados por el interés, por las emociones de los hábitos en el contexto social, factores que posibilitan que cada quien actúe como quiere, atropellando los intereses del otro, la gente se mueve desde el miedo y la emocionalidad del miedo, pero, moviéndose donde se pueda mover y vaya donde vaya, siempre llevará la tan popular y celebre frase agregándole alguito más: ¡Esto está rémalo hermano, la vaina está recontrajodida. !

Un nuevo año nos espera, por tanto rompamos todos estos nocivos paradigmas, puès todo un mundo de oportunidades nos espera.