Justificado por el juicio, un necio, Ato la descarnada pala A la sombra de mi mano. Y abrí en gajos Los terrones más oscuros… Descansé el corazón Sobre la tierra, Y me di a soñar sin esperanza. Partí a caminar como fantasma Agujereado de ojos Y tentado de labios. Si algún día vuelvo, Será para sentir las manos.
Texto agregado el 04-01-2006, y leído por 147 visitantes. (1 voto)