Se sentó en un viejo tronco la hermosa mujer, en la orilla del bosque, ese bosque qué tantos recuerdos le traían de su niñez.
Miro hacia lo lejos, a las montañas, hacia donde se confundía la blancura de la nieve y el cielo azul.
Una lágrima descendió por su mejilla.
La decisión estaba tomada, dejaría de escribir, nadie puede vivir de escribir, existen tantos intereses y ella no conocía a nadie qué la pudiera ayudar; golpeaban estas palabras dentro de su mente, desde que su padre las pronunciara, dedícate a la administración, esa si es una carrera, olvídate de tus talleres y esas tonterías.
Tenía razón su padre. Se levanto decidida de ese tronco, testigo de los muchos escritos salidos de su inspiración y sin voltear una sola vez, camino erguida hacia un futuro lógico y sobre todo seguro.
Sí hubiera volteado, seguramente se habría dado cuenta que en el tronco quedaba una joven quien mas sorprendida que asustada, la observaba alejarse.
La noche cubrió el bosque, la joven abandonada busco donde guarnecerse, una voz fuerte y varonil le pregunto ¿tienes frío? La voz provenía de un fuerte y frondoso roble.
La hasta hace poco niña, levanto los ojos y contestó preguntando ¿por qué me dejo aquí?
El árbol contestó; son cosas de los humanos, persiguen toda la vida algo y cuando la tienen, simplemente lo abandonan, refugiarte en mis ramas y disfruta de todo lo que ahora eres dueña, continuo diciendo el fuerte roble.
La niña subió a la copa y paso así su primera noche en ese maravilloso bosque.
El tiempo avanzo, las noches fueron días, los días meses y los meses años.
Una tarde apacible de verano una mujer madura, cuya belleza pese a lo formal de su vestido y su actitud severa no deslucía, paseaba acompañada de su hija que apenas rebasaba los 15 años.
La mujer se detuvo frente al tronco, tal vez mas viejo, pero ante los ojos de ella, igual que cuando lo viera muchos años antes.
---Mira, aquí me sentaba y escribía, le comento a su hija, aún qué por la forma de expresarlo, pareciera que se lo recordaba a ella misma.
¿Aquí venias a estudiar contabilidad, mamá?
---No; aquí venia y escribía poesía, narraciones y…en fin..lo que se me ocurría.
¿Tú poesía? Preguntó su sorprendida hija.
---Si, hasta que tú abuelo me convenció de que con ello jamás podría lograr una posición económica adecuada, y decidí entonces seguir mi carrera profesional.
No sabía que tú escribieras poesía de joven, y dime ..¿guardaste algo de lo que escribías?
---No, todo lo queme, lo rompí, no quería arrepentirme de mi decisión.
Que lastima, exclamo la joven hubiera sido increíble leerte.
---Tal vez, contestó la dama.
Madre yo quiero escribir, en verdad lo quiero hacer, afirmo categóricamente la joven.
---Pero nunca lo has hecho
No estoy segura, quiero intentarlo
Estaban es esa discusión, cuando una joven de vestido blanco, se acerco sin que ellas la percibieran y simplemente se integro en el cuerpo de la niña.
Madre, quiero escribir como el agua baja de las montañas y se convierte en hilos de plata.
Quiero que la gente sepa que el sol da la vida y que no solo son sus colores de oro, sino su calor arrulla a cada nuevo ser en el bosque.
Madre necesito expresar que el aire del bosque lleva …..
---Esta bien, esta bien dijo la sorprendida madre, ante tal caudal de palabras y frases poéticas, al tiempo que se preguntaba por qué no se había dado cuenta de esa inclinación de su hija.
La niña casi salta de felicidad, algo nuevo hasta para ella desconocido, tomaba su lengua, sus pensamientos y sobre todo sus deseos.
Se alejaban tomadas de la mano, la madre sintiendo que algo había recuperado, la niña simplemente feliz, su corazón era otro, estaba lleno de inspiración disfrutando esa hermosa sensación.
Solo la joven de blanco que un día fue abandonada a su suerte, escucho decir al viejo roble, adiós hermosa inspiración, sé que pronto regresaras dentro de otro cuerpo, pero con la misma alma y te sentaras en el tronco y todo será nuevamente hermoso
El tiempo es un círculo, a veces no entendemos cual es nuestro destino y cual nuestra misión, pero cuidado, no siempre la inspiración regresa y si lo hace, tal vez ya no sea con alguien querido.
Así que por favor escribe ¡hoy! …..ese texto que tenias pendiente.
Este sencillo cuento se lo dedico a todas esas amigas que escriben en esta pagina, por qué independientemente de su estilo y sus características personales….no dejaron abandonada nunca a la inspiración junto a ese viejo tronco…
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