*
…siempre regreso al mismo idioma.
Un cuero embrujado de animal. inatrapable,
pero presente como la vida de un antepasado.

Rafael Cadenas.








Fue en un recodo del tiempo
donde perdí la certeza de si mis alas
eran mías, (o ya eran tuyas…)
Donde gravité tu silencio galopante,
en un giro voraz de mi cuerpo inaudito
desprendido, de la cadencia de un verso inconcluso
de tu aliento entrecortado
(turbulento…)
enraízado a mis huesos
que como un eco
se reflejaba en mis lágrimas…


Te he llorado con precisión
(-silente-)
Como un credo sin palabras
que sólo consuela remotas turgencias
en imágenes difuminadas
sobre un viento ultrajado y raído
(de tanto desdoblarse sin respuestas…)
Te he llorado con el llanto de los ocasos
con ese fulgor que sólo enceguece desde adentro
y que mutila cualquier intención
-cualquier motivo-
que no sea, retomarte…


En cada vuelo…
( respiro el agua de tu cuerpo…)
en cada beso que me siembra
una razón para olvidarte
en cada caricia desalmada…
(que siento en grises)
en este transito perenne
sobre memorias ajenas…
sobre pieles que me sienten
-en idiomas muertos-
en el desarraigo constante de mi cuerpo
(que no se sabe presente)
si no es en tus manos…


Ya no hay centella lujuriosa
(que me abrigue…)
ni horizonte indómito
-que me seduzca-
con cantos de relámpagos
voy deambulando inconsciente
sobre segundos fulminados a quema ropa…
-suspendida-
en un borde de bruma
(que susurra tu nombre)
en cada pedazo de mi piel…
Estoy ahogada en el ansia furibunda
-de mi boca-
(que repasa sonámbula)
la forma de tu sexo
tratando de retener un hálito de vida fugitivo
-que me invoque a mi alma-
(que está tejida, enmarañada y asida)
a tu sombra…


No hay presencia que te borre…
(ni roce que te emule…)
tengo las huellas de tus besos
-prendidos a mí-
como satélites fantasmas…
como bitácoras fervientes…
que me reaniman en cada tangente
que afinan mis gemidos inermes
que me devuelven siempre…
(trémula y desvariante)
hasta el reflejo de tu boca…
-lo único certero-
que han sentido mis labios…


No me encuentro, sino es en el hipnotizante fuego
de tu mirada…
no me siento, sino es en el mítico arrullo
de tu risa
no me sé, sino es en el arcano bálsamo
de tu voz…

-(y es que estás presente…)-

en cada paso que el destino me roba
en cada palmo de la nostalgia que exudan
mis ojos…
en cada minuto que el tiempo aborta
en mis entrañas…
en cada letra suicida que no te escribo
(pero que mi piel grita añorándote…)


Me has llenado de tu aroma
-inefablemente-
del rocío que cubría tu piel
cuando mi boca se hacia soberana
(en tu vientre…)
de la silueta de tu pecho
tatuada en mi espalda…
como un daguerrotipo de latidos feroces
de los temblores que se fugaban de tus poros
al mínimo roce de mis dedos…

-(por eso siempre vuelvo…)-

al remanso imprescindible de tus besos…
al elixir incandescente que me ofrenda tu sexo…
al oráculo efervescente de tu cuerpo…

(que me muestra inexorablemente)

que soy eternamente forastera…
-hasta que me reencuentro-
en tus labios…




...




( silente )



***


___________________________________________


.c.

-va por ti-


(como siempre, desde siempre, y para siempre...)



___________________________________________