Quizás tuvo que ver la manera en que aquel momento pronunció mi nombre con cierto aire apresurado de una persona que tiene tanto que decir y no sabe por donde comenzar. Temblaba. Su respiración era intranquila. Estaba asustada, creo que yo también, pero no pude precisar exactamente la razón. Quizás fue la oscuridad, estaba muy oscuro y con su temblor mantenía en una agonía constante la luz de su lámpara. "Te encontré...M...". Puedo decir que de otra forma no me interesaría recordar como es que me llamo. No lo revelaré claro, conozco el protocolo de estas cosas. Digamos que sólo es una pequeña anotación de un viajero cansado y sobretodo aburrido que espera que la lluvia se detenga. Que la oye caer y evita de alguna forma que ciertos recuerdos lo alcancen y mojen, siempre terminan lográndolo...lo saben. Ojalá fuese solo lluvia.