Atrasado, pero vale igual.
Hace mucho tiempo, leí en una “Cerdos , un poeta, creo que de principios de siglo, petiso, y de traje, que la había convertido en su amante, y la llamaba, “la dama de los cabellos encendidos”.
Tenía varios poemas dedicados a ella, a vos. A mi primera amante, dentro del supuesto mundo prohibido, a la inocencia de los 14 años. Luego, te seguirían, lamentablemente, amores mucho más peligrosos.
Pero, en este momento, recuerdo aquellas tardes que compartimos, que se deslizaban suavemente en el parque, que entonces, acentuaba sus verdes para nosotros, y transmitía paz.
O, ese día que fumé haschis con un pibe desconocido, en la Plaza de Santa Ana, en Madrid (otras épocas). Él me invintó con su porro, y yo, con la birra que acababa de comprar en unos chinos a media cuadra.
Felices tiempos compartimos, años de pendejos, rateadas, o, entrar al colegio fumadas (descraneada a las ocho menos cuarto de la mañana, qué diferencia había?.).
Tiempos felices, como dije, antes de conocer amantes peligrosas...
Ya, me hago cargo que, estas palabras, no tienen mucho valor literario, sólo son escritas así, a las apuradas, porque me recordaron buenos momentos pasados, y gente, que ya no está.
Así que eso es todo, va simplemente, el querido recuerdo, al porro, a los porros que nos fumamos, y seguiremos haciendo!.