Comienza el año y con él las predicciones. Los agoreros, aquellos que se han autodenominado mentalistas, adivinos, magos, tarotistas o brujos a secas, comienzan a utilizar sus particulares herramientas para pronosticar asuntos que hasta el más lego podría intentar, sin necesidad de artilugios de ninguna especie. Estos venerables señores de voz profunda ellos y ligeramente chillona la de ellas, de mirada reconcentrada y acento indetectable, para desdibujar las fronteras de su origen, comienzan sus vaticinios que casi siempre tienen un matiz general: “ El país navegará por aguas tranquilas pero a mediados de año se producirá un roce con nuestros vecinos, que traerá mucha preocupación. Esto se aplacará gracias a la mediación de uno de nuestros más destacados políticos. En septiembre se producirá un temblor de gran magnitud pero que no dejará damnificados. En pleno invierno fallecerá un personaje muy destacado producto de una penosa enfermedad; en lo internacional, EEUU retirará sus tropas pero de inmediato ocurrirá algo que lo hará cambiar de opinión. China amenaza con transformarse en una potencia pero todos sus esfuerzos serán en vano por lo menos hasta unos cinco años más. El precio del petróleo subirá a niveles vergonzosos pero habrá un ligera luz de esperanza cuando científicos franceses descubran una nueva e inédita fuente de energía. La contaminación mundial se incrementará y los artistas de todos los países alzarán su voz para prevenir sobre esto que puede conducirnos en breve plazo a un calentamiento global. Morirá una celebridad del cine mundial, una famosa modelo muere asesinada, provocando consternación en todas las esferas. El Dólar caerá a niveles indecibles mientras que el Euro se elevará de manera inusitada. Nace un ritmo que revolucionará la música. Se descubre por fin la primera prueba palpable de vida extraterrestre y …”
Como pueden ustedes ver, nada nuevo bajo el sol. A fin de año revisaré estos pronósticos y si por esas casualidades le he atinado a la cuarta parte, también me autoproclamaré como mentalista, adivino y experto en agorar utilizando las hojas de té…