Tu presencia se ausenta y cada vez te apareces como un recuerdo más cercano a lo tangible...
Siento ganas de abrazarte muy fuerte, como nunca lo he hecho, por miedo a sentir tu cuerpo muy cerca del mío y no poder resistir la tentación
de amarte, de besarte, de mirarte y tenerte conmigo siempre.
Así mismo, tu tienes miedo de entregarte por completo, porque no quieres perder ese poder que ejerces sobre mi, temes parecer débil y rendirte ante lo que nuestros corazones sienten cuando se ven... no me es muy difícil imaginar la vida contigo, estás hecho para mi y aunque me proponga olvidarte una y otra vez, la vida se encarga de hacerme saber que jamás podré sacarte de mi cabeza y menos de mi alma, estás metido en ella hasta lo más profundo, hasta sentir que el alma tiene un hueso que se me clava cuando pienso en ti...
¿Sabes? creí que te había logrado arrancar un poco de esta vida mía, pero cada vez que te miro y oigo que tus labios pronuncian mi nombre, me doy cuenta de que en realidad, todo ha sido un montaje de mi ser, para confundirme... y caigo nuevamente, tu perfume me hace sentir diferente, me hace desearte hasta más allá de la vida.
Me gusta verte dormir, te pareces a un niño, tan frágil, tan dulce, cómo me gustaría entrar en ti en ese momento, saber lo que piensas lo que sientes, saber si muy en el fondo de ese sueño, se revelan mis pasos... |