Bruscamente me arranque los pies.
Ayer uno, hoy el otro.
Negándome a huir como otras veces.
Lenta y desdichada para apartarme bajo las cortinas grises del cuarto.
Ahora están atados los pies
Un par de cabellos fuertes atrapan la huida de los dedos.
Bruscamente me convencí de arrancarme las manos.
Se abrazan una a la otra.
Su sudor es como el flujo nocturno
que brota de la hembra mar.
Temí.
Arrasaron todo mientras temblaban.
¿Cuál de ellas guarda la sensación de los besos de sal?
¡Ambas! ¿Ninguna?
El mas diminuto de los duelos del mundo ocurre entre dos manos que se cercenan una a la otra.
Progresivamente me cosí la boca
Arranque de mi la ladina lengua que solo buscaba el ocaso.
Desperté a otras voces
Voces mas crueles,
Voces dolorosas que acosaban la mar.
De una manera inesperada
Deje de ser
Y de lo que quedaba de mí
Surgió la ausencia
La casa nació
Y mi dolor fue agua.
Texto agregado el 11-11-2003, y leído por 217
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Lectores Opinan
11-11-2003
uuuffffff...tan solo los sentimientos quedan...que poema tan lindo joker
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