y si supiera capturar la trama de desesperación y enderezar el capítulo incomprto.
Estoy acaso abriendome la herida casi olvidada, aquella primigenia voz que nos hizo sacudir los árboles.
Mi noche es, el templo donde descanzo cuando evito el ruido y las sombras
la trampa es que revivas de mi mano, que te ame hasta que tiemble el ocaso y se parta la tierra o mi alma
Texto agregado el 01-01-2006, y leído por 391
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Lectores Opinan
25-07-2008
Excelente construcción, belleza única en tus versos "Estoy acaso abriendome la herida casi olvidada, aquella primigenia voz que nos hizo sacudir los árboles". martirio
16-03-2006
una trampa que te reconcilia con la vida...es mejor eso a no sentir nada nunca... larus