La tierra está llorando
y nadie se conmueve.
El río va escapando
a tropiezos rumbo al mar
sin siquiera detenerse
y sin voltearse pa mirar
Unamos nuestras fuerzas
y sigamos bregando
para darle a nuestros hijos
un mundo mejor,
una tierra limpia,
una tierra sana
una tierra fértil
donde puedan jugar
donde puedan respirar
donde puedan intentar
un poco de felicidad,
a la que los seres racionales
del mundo debemos aspirar
porque el compromiso que
un día "EL" nos encomendó
no podemos defraudar,
brindarle a todos los niños
su derecho natural.
Texto agregado el 11-11-2003, y leído por 293
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