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PENSAMIENTOS DE UN PROFANO




Existen momentos en que uno se detiene un momento y piensa, entonces caes en la cuenta de que tu mundo gira en torno a una serie de tremendas dudas existenciales más o menos conocidas, pero, de las que pocas veces nos hacemos eco. Entre esas preguntas que nos hacemos están las siguientes: ¿Qué es la felicidad? ¿Tengo amigos? ¿Merece la pena vivir? ¿Tan importante es el dinero? ¿Por qué pensamos tanto en el sexo? ¿Qué es sentir? ¿Por qué tememos a la muerte? ¿Para que nos sirven las creencias religiosas? ¿Pensamos en el suicidio como salida?... Estas y otras muchas son algunas de las que nos hacemos de vez en cuando. A mí manera intentaré explicar cuales son, en mi humilde y profana opinión, las respuestas a estas preguntas que yo creo conocer. No pretendo sentar cátedra en ningún aspecto, pero sin duda creo que uno siempre tendría que intentar dar una respuesta a estas preguntas, aunque fuese simplemente por salud mental.





¿Qué es la felicidad?





A mí modo de ver las cosas, podría resumirla en una estado físico - mental en el cual las sensaciones placenteras evitan en la manera de lo posible que emerjan en nuestra vida aquellas sensaciones negativas que habitan dentro de cada uno de nosotros.

La felicidad es ese estadío mental en el cual uno tiene la sensación de que todo está bien, de que sus sentidos pueden relajarse y hasta recrearse en las propias sensaciones.
Por otro lado siempre he creído que la felicidad es efímera y por tanto es necesario disfrutarla plenamente; no desperdiciar ni un minuto de esas sensaciones, hay que dejarse llevar... así mismo soy de los que cree que la felicidad hay que buscarla, lo cual no es fácil, pero para encontrarla quizás tendríamos que eliminar primero ciertos hechos con los que contamos desde siempre en nuestro pensamiento. Querer ser feliz significa muchas veces, casi siempre, pensar en uno mismo por encima de otros pensamientos, dejarse llevar por lo que a uno le apetece y no influenciarse de pensamientos de otro.

Puedes ser feliz con la mirada de un niño, con una caricia, con un trabajo... lo importante es evitar el negativismo que tenemos dentro y dar paso a las sensaciones que emergen con fuerza.

Creo que una persona es feliz en tanto en cuanto sea capaz de ver la vida con optimismo, con alegría...vivir.




¿Tengo amigos?



Para contestar a esta pregunta sería preciso primero tener claro el concepto que cada uno tiene de la palabra "amigo".
Personalmente creo que una migo es aquel que, en su presencia, te permite experimentar sensaciones sin miedo, temor o rubor a expresarlos; es quien en un momento dado, puede llevarte la contraria sin menoscabo de tus sentimientos. De todas maneras el hecho de plantearse la pregunta de tener o no amigos generalmente su respuesta va a estar determinada por el propio concepto que cada uno tenga de dicha palabra.

Yo creo que existen 4 tipos de "amigos": El del trabajo, el del ocio, el de los malos momentos, el de toda la vida.


El del trabajo.- Con los años y la convivencia uno termina por establecer amistad con compañeros de trabajo, con los que generalmente y por el constante roce, uno va adquiriendo la confianza necesaria para contarle muchas cosas personales. Sin embargo pocas veces le contarás cosas que puedan suponer un "peligro" para ti, en muchos casos el temor a que dicho compañero nos la juegue, hace que la amistad no vaya más allá. No hay nada que nos asuste más que la sensación de desventaja, y eso es lo que nos acongoja a la hora de hablar con total tranquilidad con los compañeros de trabajo. De todas maneras estos amigos son muy necesarios, pues sin ellos la vida laboral sería terrible; es más creo que es una de las causas de mayores problemas de inestabilidad laboral, la falta de confianza en los compañeros nos lleva a tener reacciones contradictorias entre la duda y la confianza.

El del ocio.- Este es un amigo diferente, es aquel al que jamás le contarás nada relacionado con tu trabajo, normalmente es aquel con el que sólo piensas en tomar algo, en divertirte; su sola presencia inconscientemente la asocias a momentos de diversión, jamás te incomodarán con temas que puedan romper la alegría del momento, son la cara de la vida; siempre están dispuestos a la farándula, a que las horas que pases con ellos sea agradable.
Un amigo de ocio, jamás estará a tu lado para reprimir una sensación en ti, simplemente los verás cada día que decidas que te lo quieres pasar bien; pero nada de cuestiones serias, más bien todo lo contrario, cosas superficiales, superfluas.
Cuando uno logra diferenciar a las personas y es capaz de catalogarlo como un amigo de ocio, es cuando se da cuenta de que sólo está ahí para hacerte la vida más fácil pero sin solucionarte ningún problema, pues jamás los afronta, sólo los evita. Pese a todo tener amigos de estos es muy necesario pues son los que dan sal a tu vida.

El de los malos momentos.- Es aquella persona que suele aparecer cerca de ti cuando algo malo te sucede; es aquel que apenas ves cuando no sucede nada pero que en los malos momentos siempre está cerca de ti, es aquel amigo que siente todo cuanto te pasa como si fuese a él. Suele pasar que en lugar de animarte en las vacas flacas, lo que hace es ayudar a hundirte un poco más, aunque eso sí, sin ninguna mala atención. En caso de que lo necesites, normalmente él sabe todo cuanto necesites conocer sobre lo que hay que hacer cuando sucede una desgracia.
Lamentablemente es difícil que uno de estos amigos se convierta en alguien de grato recuerdo, es más siempre pensarás inconscientemente en él como en un cenizo, una persona de mal rollo.
Pero, somos egoístas, y entonces nos aprovechamos de su compañía en los malos momentos, en aquello en que uno siente impotencia, en aquellos en que los sentimientos de tristeza, desilusión, amargura... florecen en la superficie de nuestros pensamientos, es ahí cuando ese amigo se convierte en el gurú que necesitas, se convierte en el guía que necesitas para salir del atolladero, pero que no podrás evitar dejar de lado en cuanto pases el mal trago, pues él te recordará siempre los malos momentos.

Supongo que de todas maneras son necesarios.

El de toda la vida.- Un amigo de toda la vida es aquel que cuando estás en el trabajo te acuerdas de él, que cuando estás divirtiéndote está a tu lado, que en los malos momentos siempre está ahí, y que además tiene peso específico en tu vida diaria. Te critica, te adula, te ataca, te da consejo, te escucha, siente contigo, se ríe contigo... eso es un amigo, y de esos normalmente se tienen pocos, uno, dos, tres a lo sumo, pues es difícil poder entregarse a más amigos.
Ser el mejor amigo de alguien supone una dedicación para toda la vida, unas veces de manera consciente y otras de manera inconsciente. Supone vivir sus problemas y sus alegrías, supone sentir lo que él siente.
Un amigo de toda la vida, conoce todo de ti, sabe todo de ti, y jamás hará nada que te pueda hacer daño, en todo caso podrá hacer cosas que sean de tu agrado o no, pero nunca, de manera consciente, te hará daño.
Y ese tipo de amigos es el que es necesario para vivir, uno puede no tener pareja, puede no tener dinero, etc., pero al menos en mi caso, amigos de este tipo son necesarios. Pasas tiempo sin verte, sin hablarte, pero llega el día que te ves, y hablas, hablas, hablas,... como si fuese ayer cuando lo hicieses por última vez.

Normalmente este tipo de amigos se suelen hacer en momentos de la vida marcados por sentimientos de alegría, pues siempre es una alegría estar con dicho amigo. Muchas veces no es necesario ni hablar, simplemente se sabe que estás bien en su presencia y eso es porque te resulta placentera su presencia.

Por otro lado será el quien más te va a llevar la contraria, será el quien te diga las verdades sin medias tintas, será ese amigo el que te indique de una manera más o menos acertada, el camino cuando tu pierdas el norte. En definitiva un AMIGO



Todos estos son los amigos que entran a formar parte de nuestra vida diaria, son ese grupo de personas que siempre tendremos presentes y a nuestro lado en un momento de nuestra vida. Una vida sin amigos no creo que pueda ser posible, sin que ello suponga como mínimo alteraciones serias en la vida de uno.
Los amigos aportan estabilidad, compañía y sobre todo algo muy importante... compromiso. Que no es otra cosa que la necesidad consciente que uno tiene del deber para con el amigo que está siempre con uno.









¿Merece la pena vivir?


Bueno, vivir siempre merece la pena, en ningún caso se debe prescindir de la vida. Todo por muchas y variadas razones. Levantarte por la mañana y contemplar un amanecer es algo que no se puede perder, disfrutar de tus hijos, si los tienes, es un privilegio que sólo podrás tener en vida, disfrutar de los tuyos... sólo por eso debería ser incuestionable vivir.

Pero también por los problemas, que son los que te hacen crecer como persona, son los que a lo largo del tiempo hacen de ti una persona completa, un ser capaz de afrontar todas las necesidades de la vida.




Merece la pena vivir por el hecho de poder soñar, por el hecho de ir a trabajar, disfrutar de la compañía de amigos, de familia, de los placeres que nos puede ofrecer la propia vida. También merece la pena, por ver la cara de tus enemigos cuando muestras una total indiferencia por ellos.



Vivir es algo maravilloso y que además, no se nos olvide nunca, sólo se hace una vez. Aquello de vidas en otra dimensión son... bueno creencias que respeto pero no comparto. Tengo claro que una vez la vida se extingue, lo único que queda en el mejor de los casos, es el recuerdo. Estamos aquí poco tiempo, muy poco, al menos poco tiempo en el que podemos aprovechar de manera consciente la vida. Nacemos hasta los 16-20 años estamos en un período de continuas exigencias con nosotros mismos, vale, que disfrutamos con los juegos, los amigos, aprendiendo etc... Pero lo que entiende por vivir un adulto, no.



Comienzas a disfrutar alrededor de los 20 años y estás ahí hasta los 60 años en los que ya empezamos a tener problemas de salud, problemas de autocompasión por lo cerca que está la jubilación etc. Total que estamos activos 40 años en los que tenemos que disfrutar, tener pareja, tener hijos, criarlos, educarlos... y para cuando has terminado te encuentras con los dichosos 60 años, en los que ya te falta poco para jubilarte y "empezar a disfrutar", eso si teniendo en cuenta en que no tengas problemas de salud etc.

No soy un agorero simplemente la vida fríamente es así, pero... que maravilloso es disfrutar de los primeros años de la vida, desde que sales tiritando del vientre de tu madre, son años en lo que todo es novedad, en que la vida para ti adquiere una dimensión enorme, todo es grande, complicado... pero nos gusta. Luego llega la época en la que tiendes a ser intolerante, pues ya piensas pero no como tus padres, por lo que está claro "ellos no tienen razón", así que pasa el tiempo y tú te peleas, luego llega los 14 años, momento genial, "eres mayor" haces todas las tonterías que se te ocurren, disfrutas pero padeces por primera vez, vives. Más adelante te haces mayor, educas a tus hijos y cuando eres ya un señor entrado en edad, resulta que te dicen que no puedes comer esto, ni lo otro, ojo con el corazón, ojo con el sexo... vamos, una mierda. Sin embargo es el momento de mayor paz interior, una época contemplativa en la que te pasas el día comparando esta época con la tuya.... en fin que vivir es maravilloso.


Mi pensamiento se resumiría en lo siguiente: "Por un sólo minuto de cariño y amor, ya merece la pena vivir".








¿Tan importante es el dinero?


En cuanto nacemos, lo primero que creamos en la familia, además de la ilusión del nacimiento es, la sensación de que hace falta dinero. Por lo que éste es importante desde el mismo día de nuestro nacimiento.

Más adelante nos alegramos cuando nos dan nuestras primeras monedas para comprar "chuches", vamos a comprar como si pagásemos la entrada de una casa. Luego te das cuenta que la entrada es "otra cosa".

Y así es como entra el dinero en nuestra vida, más adelante ya te das cuenta sólo de cuan importante es poseer el mayor número de billetes en el banco, pues ellos te ayudan a conseguir al menos el 75% de las cosas que deseas a lo largo de tu vida.

Hoy día tener o no dinero es la diferencia que hay entre "VIVIR" y "vivir".

"VIVIR" es esa sensación que se tiene al levantarse de pensar en que pasar el día al terminar el horario laboral, es el no pensar en la luz, el agua, las letras del coche, la hipoteca...

"vivir", es la sensación que uno tiene de levantarse y pensar en la posibilidad de trabajar más horas con el fin de juntar dinero para pagara la luz, el agua, el bonobús, el alquiler....


Existen pocas cosas en este mundo que no se compren con dinero, pocas. No se puede comprar el amor, pero si alquilar; no se puede comprar la amistad verdadera, pero si muchas falsas; es decir se puede comprar mucho. Me queda el consuelo de que al menos el conocimiento personal que cada uno tiene, ese no se compra, se tiene o no se tiene. Las sensaciones tampoco se compran aunque es cierto que se modifican.

Pero además de todo esto, es que el dinero en esta sociedad prostituida todo lo puede, que quieres invadir un país, con dinero lo haces, que quieres cambiar un gobierno, con dinero está hecho, que quieres hacer algo totalmente ilegal, con dinero lo conviertes en alegal. Así que todo es dinero.

Dicen que el dinero no da la felicidad mas en el mundo seguramente un 80% de la población optaría por no ser felices del todo y tener las necesidades cubiertas, que ser feliz y no tener un duro. Está claro que todos somos esclavos en mayor o menor medida del dinero, por lo que no nos queda otra que reconocer que el único "Dios" que existe en el mundo, igual para todas las culturas es "el dinero".





¿Por qué pensamos tanto en el sexo?




Bueno yo creo que no pensamos todo lo que deberíamos en el sexo, pero como seguro que muchas y muchos me llevarían la contraria, la mejor forma de averiguar por qué pensamos tanto en el sexo, es analizando nuestra vida desde un principio, poco a poco.

Para comenzar nacemos, momento en que tenemos nuestro primer encuentro con el sexo, pues lo primero que tocamos "es el coño con las orejas", bromas a parte, lo cierto es que lo primero que sentimos es que salimos por un lugar plenamente sexual. Una vez fuera, lo primero que sentimos son las palmaditas en el culo del cachondo/a de turno que nos toca para "despertarnos", como si no se nos pudiese despertar como se hace luego, moviéndote el hombro.


En cuanto tenemos unos pocos años, lo primero que nos llama la atención es que cuando miras a la de las coletas, en lugar de algo para fuera, tiene algo para adentro... y claro tú te miras y... alucinas. Claro que con el tiempo te das cuenta de la primera diferencia que existe entre ambos además del puramente físico... Tú meas más lejos, está claro que tu siempre serás "un campeón" y ella "una nena monísima".

Unos años más tarde, resulta que caes en la cuenta de que lo tuyo "se pone derecho", sin motivo aparente, pero te hace gracia, e incluso cuando haces fuerza, te gusta.
Un poco más adelante empiezas un buen día a rascarte en "la zona" y resulta que te miras y "hostias" te salen pelos, además de ponerse dura, ahora te salen pelos... pero sucede otra cosa mejor, a ellas, de repente le crecen dos mandarinas donde tu tienes una tabla, y te gustan, al principio de una manera tonta, pero luego, cuando caes en la cuenta de que cada vez que "miras las mandarinas tú plátano se pone duro" es cuando realmente te das cuenta de que aquello que tienen ellas es importante, muy importante. Hasta que un buen día alguien mayor que tú te dice que él ya es un hombre, pues se la "pelado" y tú le miras y te quedas con cara de gilipollas, esperando a que por fin te digan que el plátano se pela. Y joder, no haces otra cosa que llegar a casa, pensar en las mandarinas y ponerte a pelar el plátano, vamos una frutería...

Pasan los años, ya tienes 12-14 años, y tienes claro que lo que te gustan son las niñas, sobre todo aquellas cuya frutería está desarrollada, pero claro para poder tocar la fruta has de soportar además que te besen, que te cuenten cosas etc., y eso que de momento y a esta edad, no haces otra cosa que decir si, si, si, si.

Entonces un buen día tienes tu primera novia, y te pasas los días pelando toda la fruta que puedes, hasta que la pones roja. Una tarde ella te toca como sin querer y tú, que tanto tardas en pelarla todos los días, vas y la pelas en décimas de segundo... todo un misterio.


La siguiente temporada te la pasas sobando a tu novia, mirando revistas guarras y mirando a los mayores siempre que puedes para ver si aprendes algo, y de paso ves algo.

De repente, una tarde estás con tu chica y, poco a poco, vas llegando a donde tu siempre has querido llegar, a ese punto tan ensayado en el que le vas a demostrar lo hombre que eres, entonces cuando todo está preparado... pum!... fallas el tiro, aquello no se pone como tu quieres, te pones nervioso y haces el mayor de los ridículos. Pero aun falta lo peor, cuando ella te mira, te acaricia la cara y te dice. "tranquilo, esto no es lo más importante", ¡¡¡ Pero como se puede decir tamaña estupidez!!!! ¡¡¡Claro que es importante, si es en lo único que piensas cuando estás con ella!!!

La cosa se calma y a la siguiente todo sale bien, entonces es cuando le das importancia real al sexo, bueno un poco más, te vas a casa lleno, no te cabe un garbanzo en.... eres Dios, y además tardas muy poco en explicarle al amigo que no ha "mojado" como tiene que hacer, como lo hace un hombre!!!

Unos años más adelante estás en esa época en la que te valen todas, da igual la forma, el tamaño, el color etc., tú único objetivo en la vida diaria es "el hachazo"; más adelante te darás cuenta un buen día que además de eso existen otras cosas, eso sí, casi ninguna más importante.

Cuando llegas a los 20-30 años, es cuando empiezas a valorar además del sexo por el sexo, una relación, es el momento en el que te planteas que una relación ha de tener sexo y conversación; sexo y amor; sexo y pasión; sexo y amistad; sexo y... tienes claro que el sexo no lo es todo, o sí?


Más adelante, con suerte, tienes una familia, entonces el sexo con tu pareja ya es diferente, pues además de hacerlo con ella, también estás en el momento de pensar en hacerlo con otras, aunque generalmente lo que consigues es ponerte a cien con otras y esperar a llegar a casa para...
Lo bueno llega cuando los niños se hacen mayores, entonces llega el juego de las diferencias, puede suceder que tengas dos hijos, un niño y una niña; entonces, sólo entonces es cuando caes en la cuenta de lo difícil que es ser hombre en esta sociedad, es cuando en temas de sexo te das cuenta de la diferencia tan grande que tú crees encontrar entre él y ella.
Para él todo son explicaciones más o menos explícitas, tácitas e incluso en algunos casos con ejemplos prácticos, tú única preocupación es que "pille algo" o tenga la "mala suerte" de dejar embarazada a una chica.
Para ella todo son explicaciones sobre lo nocivo de las relaciones con los hombres, sobre los peligros que ello puede ocasionar para su integridad física y para la economía doméstica, te haces de repente un patán; menos mal que está por ahí la madre, que hará de ella una persona sin complejos e inteligente.

Lo cierto es que tener hijos en edad de empezar a practicar relaciones sexuales es... una putada, una gran putada, pues temes que hagan una tontería, que les pase cualquier cosa... no! lo que pasa es que nos jode que ellos puedan y nosotros no!, Pero jamás admitiríamos tal cosa.


Con suerte te plantas en los 40 años y es entonces cuando sucede algo que marcará de manera precisa tu futuro. Ellas llegan físicamente bien, pues se han estado cuidando todo este tiempo, mentalmente están en plenas facultades, pues ya tienen a los hijos sacados y ahora les toca a ellas disfrutar de su cuerpo, sexualmente están más activas que nunca, se ponen guapas, van al gimnasio, a pasear, a tomar café... y además te das cuenta de que los demás hombres las miran con cara de...

Tú por el contrario jamás te has cuidado, si acaso has practicado deporte en la juventud pero en los últimos 5 o 6 años tu cuerpo ha vivido de las rentas... vas por la vida pensando que eres un chaval, que estás en plena forma y que las mujeres te miran, las atraes, pero... un buen día te ves en un espejo y descubres que de lo que eras no quedan ni los restos, te falta pelo, te falta frescura, te sobran arrugas, te sobra barriga... ¡Dios mío!. Y empezamos la carrera del siglo, una vez estás en la calle y sin decirle nada a tu mujer, te apuntas en el gimnasio más cercano, para intentar remediar en unos meses lo que has estropeado toda una vida y claro... ni de coña!

Sales a la calle y todas las mujeres te parecen atractivas, hasta la tuya que antes no te fijabas en ella, ahora está cañón. Te compras ropa, te cambias el corte de pelo, te tiñes las primeras canas, vamos que te pones como uno de 20; pero una vez sales de noche, vuelves a la cruda realidad... ya no tienes los mismos años y sí un día sigues a los más jóvenes pero al segundo día, cuando ellos están bien tu...

Sexualmente además del aspecto físico llega otro problema, antes tu aguantabas el tiempo que fuese, y en diez minutos ya podías echar otro... pero resulta que ahora al principio es todo desenfreno, pero pasados los primeros minutos de euforia, intentas quedar bien, aguantas, intentas que llegue tu pareja y una vez lo has hecho... a dormir y hasta mañana.

Un buen día tu pareja te dice que se va de cena, tú como un señor, le dices que vaya que no pasa nada, pero... ¡Se irá con otro! ¡Ya no le soy suficiente!, te asaltan estas dudas nada más sale por la puerta, resultado claro está de la falta absoluta de confianza en ti mismo. Si no se ha ido antes por qué ha de hacerlo ahora, lo que pasa es que empezamos a ser victimas de nuestra propia tontería. Pero bueno son unos años felices, en los que estás peor que antes pero mejor que mañana.


Una mañana te levantas y ya estás en los 50-60; aquí las cosas ya son difíciles, si la salud no te respeta, es probable que tengamos problemas de próstata, u otros cualquiera. Si estás bien, bueno seguramente podrás hechas un "casquete" a la semana sin problemas y tal vez alguno más entre semana, pero sin excesos pues el corazón sufre, el lumbago etc... y las miras a ellas y... joder ahora ya no tienen que preocuparse de quedarse embarazadas, ahora es cuando van a querer todo lo que tú ya, quizás no puedas darle, y no hay nada peor para un hombre que sentirse netamente inferior a una mujer en ese aspecto.

Por otro lado es cuando empezamos a mirar con ojos demasiado exaltados a todo tipo de mujeres que pase de los 14 y no llegue a los 50, estamos en la época del todo vale, lo importante es mirar, soñar, disfrutar de lo que ves y soñar con lo que podrías hacer. Luego llegas a casa, la miras, te ves, decides que así es la vida, con suerte mojas esa noche y al día siguiente en la partida ya puedes decir aquello de "anoche fueron 3"... jejej, nadie se lo cree pero al menos creas polémica.

Una vez estás próximo a la jubilación es cuando más locuras se pueden llegar a cometer, te conviertes en un "voyeur", vas de "putas" siempre que puedes, no miras a tu mujer, no sea que te pida sexo y tu... Aparece ante ti de repente la salvación....

Te jubilas, entras en los 65-75 años, y ya tu mujer no te pedirá mucho, pues la tendrás distraída con los viajes a Benidorm del Inserso, ella irá con alguna amiga a ver tiendas, playas, paisajes, y nosotros iremos con los demás hombres, a la playa, a ver bañadores, con suerte alguna teta y si hay mucha mucha suerte, veremos "melena" entonces ya tendremos el día cubierto. Nos iremos al hotel, miraremos los pellejos de nuestra mujer y los nuestros propios y en el mejor de los casos intentaremos hacer todo aquello que recordamos y que nuestra propia incapacidad termina por indicarnos que se puede y que no. De todas maneras puede ser una época en la que puedas llegar a redescubrir a tu pareja, verás en ella otras cosas, otras virtudes, pues defectos ya los tendrás todos asaltado con los años. Pasas a ser dependiente, en gran medida, de ella.





A partir de esa edad, el sexo es más ya una cuestión espiritual, un recuerdo en nuestra memoria, quizás más intenso que cualquier cosas de ayer, que muchas veces nos mantiene vivo, pues son recuerdos placenteros, alegres. Ya eres consciente de lo que eres, y si un día con suerte notas que lo que tienes entre tus piernas, se mueve... ¡OH, Dios mío! ¡Milagro!!! Se lo cuentas a tu mujer como si fuese la mayor hazaña del Cid, ¡VUELVES A SER UN HOMBRE SEXUALMENTE ACTIVO!




¿Qué es sentir?




Buena pregunta, muy buena… en fin creo que sentir podría definirlo en mi caso como la sensación que uno tiene cuando le sucede una cosa buena o mala; es la forma en que reacciona mi cuerpo, mi mente, mis sentidos ante una situación agradable o desagradable. Mas quiero enfocar este tema al terreno de lo sentimental, ese que nos hace levantarnos todas las mañanas con el fin de intentar ser un poco más feliz.

Sentir es pues, el fin último de nuestra existencia pues a fin de cuentas lo único que buscamos en la vida es tener sensaciones tanto en un sentido como en otro. Uno quiere por la mañana que todo cuanto haga la sirva para sentirse útil al final del día, además uno en el aspecto sentimental necesita tener constancia de que es querido, amado, rechazado, humillado… todas las sensaciones son necesarias… como disfrutar de lo dulce sin conocer también lo amargo… por eso en el amor uno “siente” en el momento en que comparado con un momento anterior, lo que le sucede en el presente se torna especialmente agradable.



Uno “siente” en muchos sentidos y aspectos; en el aspecto emocional de la amistad, uno nota cuando tiene el apoyo de un amigo, notas su afecto, te sientes bien en su presencia etc. ; en el aspecto sentimental propiamente dicho, pues uno con la presencia de la otra persona se siente feliz, pero a la vez nervioso, tenso, con el corazón desbocado, con la boca seca del temor a perder, al mismo tiempo nos sentimos perdidos y felices, pues en la otra persona encuentras todo lo que buscas, entonces realmente es cuando sientes en todos los aspectos; pues tienes además de las sensaciones agradables, también las menos buenas… y eso amigo mío te da la vida.






¿Por qué tememos a la muerte?



Muchas veces uno escucha cuando la gente habla y comenta en voz alta, como denotando una preponderancia absoluta, “yo no tengo miedo a morir”, y sin embargo, cuan pocos son los afortunados, o no, que no tienen temor a la muerte.

La muerte es muchas veces ese abismo que tenemos a nuestros pies y que algunos tienen el gusto por pasearse en su proximidad. Desde siempre ha habido temerarios, personas que se encuentran en su salsa en el filo de la navaja, jugueteando con la diosa fortuna y sin aparente temor a la muerte, pero… cuando esta está delante nuestra, que la podemos tocar, sentir… entonces y sólo entonces es cuando la mayoría de estos “valientes” que no temen a la muerte, se ven avocados a plegar velas, a llorar, a implorar que les deje vivir un poco más.

La muerte es algo que aparece en nuestras vidas incluso antes de nacer, pues la mayoría de las religiones en las que lamentablemente nos educan, plantean la muerte como una de las posibilidades de la vida, la resurrección. ¿Tú te lo crees? Yo no, uno está aquí durante un tiempo y cuando ese finaliza… se acabó, se termina tu aventura. Y claro yo si tengo miedo a la muerte, bueno más que miedo se podría llamar respeto, intento hacer todo lo posible para que ella me visite lo más tarde posible, creo que necesitaré más o menos 200 años para completar todas mis ilusiones, no veo la posibilidad de convencerla pero… espero que tarde.

Vivimos un mundo en el que la gente sueña con la inmortalidad, como si fuesen los primeros que lo hacen, y no se dan cuenta de que llevan palmando miles de generaciones que han soñado lo mismo, y lo que queda...

Como no temer a la muerte si es lo único que nos separa de la vida y es la más dura de todas las cárceles pues tu condena ahí será a cadena perpetua, ni siquiera tienes la posibilidad de que “te ejecuten en lugar de que te mueras”. Una vez muerto es para siempre.


Si, los hay que creen en la resurrección de los muertos, ja, y donde coño están todos los que ya han palmado? En el reino de los cielos? Joder pues tiene que ser grande de cojones! Pues si ahí vamos todos… el portero estará acojonado…

No amigos uno cuando muere, termina, se extingue, fin, nada... eso sí siempre te quedará la esperanza de ese mundo imaginario al que dicen que podrías ir, y si eso nos sirve para olvidar nuestros temores a la muerte, bienvenido sea; a fin de cuentas todo lo que sea evitar el miedo a morir estará bien empleado.

A mi personalmente la muerte me inquita, me jode, pues a fin de cuentas tengo tantos sueños por cumplir que la vida que me toca vivir seguro que aunque dure 1000 años será corta. Y como tanto no durará intento vivirla al 100% todo el tiempo, equivocándome, sufriendo, alegrándome, sintiendo… eso sí, respeto, siempre se lo tendré.







Texto agregado el 10-11-2003, y leído por 474 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
11-11-2003 arggggg visita
 
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