Camino por un gran tunel
De adoquines oscuros,
Con reflejos oscuros y desechos
Veo blanco en un final de llanto,
Y a medida que camino,
Veo estatuas derrumbarse ante el suelo
Veo como el sol derrite la vida
Y como el pasto puede ser tan triste
Y entro al destino
Y me confundo.
Llego yo, y se van las luces
Solo sombras en un gran cuarto
Solo miedos en esta tarde
Que se supone debe ser mejor
Un amplio cuarto vacio
Con viento helado
Con ventanas sin vidrios
Ventanas virgenes
Sin gritos ni miradas
Solo cubiertas por cortinas blancas
Que vuelan,
Y cubren por momentos el hueco que da a la oscuridad.
Y de repente
Las cortinas se queman
Se queman y arden en terror
De repente la imagen tiembla,
Y descontrol.
Me alejo, y siento conocer
Me alejo y tiemblo ante semejante frio
Las cortinas se queman, pero no se van.
El fuego siempre queda
Y lo blanco sobrevive al calor
Cierro los ojos, y es todo igual
Ya no me puedo levantar
Ya no puedo ver nada.
Solo fuego y blanco
Solo calor
Solo nosotros,
Hasta que nos vayamos
De a poco y entre llantos,
Esquivando las estatuas caidas,
Que ya no tiene caso levantar.