No logro escuchar,
el susurro del alba,
no logro escuchar,
los pajaros entonar
cual hermosa melodía,
sólo hay oscuridad
en esta noche eterna,
sin esbozo de sol,
ni de la fatídica canción
entonada por mi marchito corazón.
¿Por qué no la logro escuchar?
¿Logré fenecer en mi
cáracava de turbación?
¿O es la oscuridad de la noche,
quien se apoderó de mis sentidos,
se llevó todo lo mio
y sólo me dejó este dolor
que me asfixia,
me aprisiona el pecho
y me desgarra por dentro?
¿Cómo saberlo?
Si me sigo engañando,
le intento metir hasta
a mis entrañas,
les digo que vendrá un mañana.
Si cada vez que ruego,
en la espera del alba,
de un nuevo y triste amanecer,
donde la luz,
no será una ilusión
donde podré despertar de este
quimérico mundo
y ver mi realidad,
esa que he tratado de ocultar,
siento como la oscuridad
me vence, me aniquila el alma
y sin poder evitarlo,
se torna eterna....
Y con un tenue llanto,
seguiré respirando,
sollozando en silencio
y esperando que la noche acabe,
para algún día
poder sentir un rayo de sol
en mi débil
y entristecido rostro,
para cobijarme
y quedarme en aquel lecho,
donde la oscuridad no será
un obstáculo
y podré sonreír de nuevo.
¿Podré ver de nuevo
aquel maravilloso
y melancólico ocaso
que hizo que mis
desvelados ojos
brillaran al sólo ver tal infinita
hemosura? |