De un dìa para otro el llorar me pareciò extremadamente estùpido. No me servìa para nada desgastarme los ojos y apretar mis puños para cambiar lo que me estaba sucediendo. Y no me refiero a un sollozo simple, si no a esos cargados de dolor, angustia, nostalgia, etc., que nacen cuando el corazòn pareciese que se encogiera y el aire se detuviese en la garganta sin llegar a destino. A esas làgrimas me refiero, que son desperdiciadas para nada, sòlo para que los ojos se cansen y que mientras se duerme, uno se olvide de lo que se està sintiendo.
He derramado tantas làgrimas en vano, he sufrido tanto por nada, que ahora empiezo a albergar rabia por todo lo pasado y no quiero repetirlo màs. Ya quiero tener los dos pies en la tierra y tomar todo de la manera racional, pero no puedo, algo me lo impide. Soy yo.
Y seguirè llorando en vano por los siglos de los siglos.
Amèn.