Recitando la vida, encuentro un devenir de mis memorias pasadas... ¿Acaso son recuerdos?... todavía no lo sé.
Paso las noches y los días recitando, no viviendo, he decidido recitar mas no vivir, porque puedo dejar de recitar y continuar respirando mas no dejar de vivir a mi antojo.
El aire que respiro se vuelven mis letras, mis pensamientos en poemas y mis acciones en historias... épicas o fantásticas, siempre hay una cada momento, mas ningua tiene un fin.
Cada paso, cada latido, es tan sólo una nota más de una música suave que lleva el viento, que recuerdo y canto levemente a la brisa para recordar que sigo viva.