He cambiado. Me acordè de que antes era un cuaderno, un làpiz y yo. Mi mundo. Cambiè, sì que cambiè, pero no puedo verlo claramente. Nunca me vi claramente. No me recordaba hasta ahora que volvì a ver lo que escribìa, a leer el còmo escribìa y a quièn le escribìa. Algunas de estas cosas me fascinan a pesar de que al resto les pueda parecer horribles. Era yo, en ese entonces era yo con sueños, esperanzas utòpicas, con ganas de estampar mi vida en el cuaderno de girasoles. Sòlo han pasado dos años y me parecen cuarenta. Tengo ahora 21 años y cada vez màs mis dos pies estàn màs cercanos a la tierra. Ya no estoy cinco centìmetros sobre èsta.
Ya no soy como antes y me desconcierta. Ya no escribo tan seguido y pierdo las fuerzas. Tengo miedo de abandonarme y mirar esto como si nunca màs podrìa volver a hacerlo.
Nostalgia y la agonìa del papel en blanco :mi presente imperfecto.