el edificio estaba alto, podía ver alas personas como si fueran hormigas andar por las calles...mis ojos estaban empañados, el viento soplaba fuerte. miré en lontananza i veía como el sol se iba poco a poco detrás de los edificios que colmaban haasta donde alcanzaba la vista esta maldita ciudad...me acordé de esa tarde, era tan parecida a esta...esa tarde me juraste amor eterno, que no nos separaríamos, y míranos ahora, tan lejos uno del otro que mi alma buscó este consuelo.
Miré atrás y no había nadie que pudiese evitar este cruel desenlace de mi cuerpo artillado por tu ausencia y que ahora buscaba un escape para acabar con todo el dolor que de tanto pesar trataba de huir por mis ojos...no sé cuantas veces huyeron intentando encontrar alivio.
Anduve asta llegar a la orilla, allí me sentía más libre, quizá por que estaba al otro lado de la valla en donde me sostenían mis manos, y mi cabello castaño-ese que te gustaba tanto por que decías que se veía lindo en la almohada-ondeaba al compás del viento que también dirigía mis lágrimas...se querían reencontrar contigo, mi amor.

En un moment de último silencio, cerré mis ojos esperando encontrar en lo recondito de mi memoria la imagen de tu rostro...te juro que trateé de encontrarla, pero creo que era tanto el anhelo de verte de nuevo que se me borró como por arte de magia. Seguí en silencio unos segundos, minutos una hora no lo recuerdo...sentía el ruido de los autos al andar por laas calles transcurridas, la bulla de laente, la sirena de la ambulancia y tiempo desùés la de los bomberos. La verdad no tenía sentido seguir sin ti y en un momento de desesperación grité con todo lo que pude el sonido de tu nombre...me era difícil respirar sin soltar una lágrima que me repería a cada palabra que trataba de decir.

El sol ya no se veía, lña tarde se hizo noche y las luces de la cuidad se encendieron como perlitas refulgentes...la decosión ya estaba tomada.
Me senté en la barrera que dividía mi dolor con el cruel alivio y mi cabeza intentó quedar en blanco. No había en el mundo mejor alternativa que esta después que el cemento colmando hasta ahogarme...el cemento ¿lo recuerdas?..."nos vamos al campo y nos olvidamos para siempre del maldito cemento, ¿te parece una buena idea?"...si, me parecía una buena idea si hubieses dejado de existir tan pronto, si tu aliento me dejase repirar...¿como se pude amar, si la persona a la que amas ya no esta, se fue, se esfumó o nunca estuvo?, creo que nunca lo voy a saber, prefiero morir con la duda a que vivir intentando olvidarte sabiendo que es imposible...estoy colmada de ti, no sabes cuanto.
Los recuerdos de ti me hartaban por las noches cuando no sentía tu cuerpo a mi lado y la luna parecía tan fría como tu ausenia en mi cama...te juro que encontré mil formas de sobrellevar esta dolencia, pero ni siquiera el mejor fármaco, psicólogo, psiquiatra o amigo pudo con esta enfermedad. Tu muerte reflejada en mi.
Mis pies se balanceaban en las alturas, cerca de la muerte...estaba tan cerca de ti a la vez...y sin dudaqrlo una vez más me lance al vació. Mi cuerpo caía lentamente, como queriendo despedirse poco a poco de este mundo que me acompaño en est protervo calvario.

unos segundos, minutos, una hora después, la verdad es que no lo recuerdo. Desperté junto a la barrera que dividía el dolor con el cruel alivio.
Segundos antes de lanzarme al vació que me uniría contigo, en lo recondito de mi mente apareció la imagen de tu rostro, limpio, bello, feliz como siempre..."si algo malo te llegase a pasar, mi amor , yo sería el primero en morirme contigo","quiero que seas feliz, sea donde sea, con quien sea, quiero verte feliz...no quiero amarrarte ahora, ahora que me voy"...¡en qué estaba pensando!,¡¿puedes ecirme?!...¡en qué estaba pensando!, si lo que tú más querías era verme feliz, con o sin ti, y mírame ahora despojada de mis sueños y de mis alegrías por tu causa. No queías que llorara por ti, eso te haría miserable...¿tanto me amabas que desechabas tu vida por mi?, ¿tanto me amabas que querías que siguiera sin ti?...¡cuanto lo siento, por dios perdóname!. Pero no sabes cuanto te llegué a amar y cuanto te amo aun.

Me levanté despacio hasta quedar firme, de pie mirando la ciudad. Se veía hermosa con el montón de perlitas refulgentes formando algo así como un río hasta perderse devista...ahora seguía un nuevo rumbo.

Respiré por última vez el aire ennegrecido de esta cuidad y me fuí a reencontrar con mi vida...mis pasos se dirigieron fuera de aquí, al campo, domde mi alma en vida se reencontraría en pas contigo.