Hacer catarsis con una hoja en blanco es algo casi natural, pero lograr dejar en esa hoja parte del dolor es un fin casi inalcanzable.
El consuelo podría ser pensar que tal vez alguien entienda que el dolor del corazón no desaparece con el sonido del lápiz sobre el papel, sino que almenos llama a las lagrimas las cuales finalmente llevan a dormir largamente... tal vez a soñar que todo es diferente... que todo es como esperabas que fuera.
Porque cuando tienes la seguridad de que todo lo que hiciste tenia motivos y razones buenas y claras – eso - aún a pesar del vacío, podría reconfortarte un poco, pero si derrepente alguien llega con un “diccionario-traductor” incorporado y te explica los profundos y simplistas pensamientos de esa persona a quien tu juzgabas como “el destructor compulsivo e implacable de tu vida” y de pronto te hace darte cuenta de que la oportunidad que tanto añorabas no llego una, ni dos sino hasta tres veces y sin que pudieras verla, cuando te das cuenta que lo único que necesitabas hacer para detener todo ese cambio era no cambiar tu...
Entonces el papel no aguanta, el lápiz tampoco funciona y las lagrimas no llegan, casi respiras mientras el vacío te quiebra y todo se siente tan lejano.
donde estará ahora? tantas personas pueden saberlo... pero que importa, todo queda así, aunque yo no lo quiera, la ingenuidad es el pecado por el que tendré que pagar toda mi vida, sólo queda dejar morir a la esperanza.