Todas las tardes sube el tío Pelón a la platabanda de la casa, acomoda unas sillas desvencijadas frente al inmenso pizarrón, y espera a sus fieles alumnos, estudiantes del liceo, que van a salvar por medio de sus enseñanzas las materias más difíciles.
A su vez, suben la Chichi y Rebeca, sus sobrinas más pequeñas, a jugar con los perros, con las muñecas, y a escuchar como quien no quiere la cosa las clases de los más grandes, que suelen siempre ser muy divertidas.
.-Mijita, si yo sumo un perro mas dos gatos, que me va a dar?... ¿Un perrigato? … ¡Eso no existe!, no podemos sumar perros y gatos, ni ratones con cochinos, ni piojos con pulgas, ni nada. Cada quien con sus iguales, perros con perros, gatos con gatos, positivos con positivos y negativos con negativos… .-
Las niñas escuchaban todas estas cosas y se morían de la risa, imaginándose un piojo saltarín, un ratón con rabo de cochino, un cochino con orejas de ratón, y un perro bilingüe que ladrara y maullara a la vez. Pero sobre todo, se iban llenando de esa información que todo el mundo veía compleja y abstracta, pero que para ellas y para el tío pelón se tornaba de una facilidad insuperable.
.-No Muchacha!, no seas bruta!, tan inteligente que es la vieja de tu mamá, y tú tan burra que le haz salido….-
.-A mi mamá no le digas Vieja!!!.- gritaba la vecinita, que a fuerza de verla crecer ya era como de la casa.
.-Está bien, pero a ti si te digo bruta, bruta y bruta!... Vamos otra vez… Cuanto es MAS POR MAS?... MAS. Cuanto es MENOS POR MENOS?... MAS… Cuanto es MAS POR MENOS?... MENOS. Cuanto es MENOS POR MAS?... MENOS. Cuando son iguales, el resultado es positivo, cuando son distintos, el resultado es negativo… ¿Qué puede tener de difícil eso?, no puedes sumar sapos con loros, por eso mas por menos es igual a menos… y menos por menos es igual a mas!
Chichi y Rebeca, que escuchaban absortas escondidas detrás de la escalera, ya no podían más con la pobre vecina, que sufría y sufría con los ojos vendados ante una inmutable verdad como esa…
El tío pelón comenzaba otra vez:
.-Mijita, dime cuanto es mas por mas?...
.-MAS!.- gritaba una vocecita como de duende desde la escalera…
.-Mijita, cuanto es menos por menos?...
.-MAS!.- se escuchaba otra vez el duende soplón.
El Tío Pelón, que no se lo creía, salió a buscar al duende y bajó de puntillas las escaleras….
- AJÁ!!!! ESTÁN PILLADAS!!
Las dos chiquillas soltaron las carcajadas y corrieron como locas dentro de la casa, no fuera a ser que el tío pelón las sentara en esa silla dura donde estaba la vecina y le quitara toda la diversión a sus interesantes lecciones de álgebra prematuras.
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