Al final de su larga vida un famoso teólogo alemán decía....
Desearía tanto vivir tres siglos mas. No porque tema la muerte, sino porque me extasío con la vida....
Decía Melina cuando me cedió el raro privilegio de hacer amigos.....
"Cada cosa empieza para terminar alguna vez y por cada final un nuevo comienzo que nos devuelve la sonrisa.
La columna de hoy es más bien una despedida, ya no habrá lunes difíciles por estos lados, sino un lunes niño, agazapado en la espera de una semana bonita. Vendrá este día de la mano de mi amigo Pedro y, acaso, de la mano de muchos más que nos traerán el asombro como supieron hacerlo mis invitados, a los cuales agradezco".
Y hoy por la mañana después de mucho tiempo, volví a hablar con Melina, (porque entre amigos uno se reserva ese privilegio extraño que da el trabajo, de no verse, hablar o caminar juntos por mucho tiempo sin perder la maravillosa sensación de saberse querido no?) y Melina seguía en el mismo lugar y su voz era la misma.
Entonces allí es donde uno se da cuenta de lo importante que es sembrar realidades de utopías, porque la página virtual no fue tan virtual, tan utópicamente virtual, realizó el milagro de permitir encontrar amigos.
Al ir pasando el tiempo me di cuenta que en definitiva eso era lo que me había cedido Melina, una bonita manera de encontrar amigos.
Amigos que me ayudaron en todo momento a aprender, a reafirmar cuando daba un mal paso o me caía, gente que siempre estuvo cerquita para subir un texto, para cuidar un concepto, para sembrar utopías no?
En definitiva que otra cosa somos mas que fabricantes simples de utopías?
Un sol de sábado que se apaga entre nubes.
El aroma a perfume escondido tras los cabellos; risa en feriado complicidad de estudiantes entre amor y besos; dos gorriones cantándole a los tiempos de un anciano que duerme; la lluvia tibia de un diciembre cualquiera en el año que termina.
Un año nuevo en domingo y otro sueño que se inicia.
Una muerte que pierde fuerza sobre los vientres que guardan vida; la luna nadando desnuda sobre el anochecer del río; el polvo en las sandalias de un peregrino; la poesía, los trenes, el cerro, la guitarra, los deseos, y el amor.....
......el amor que en una fracción de tiempo toda la vida modifica.
¿Sueños o realidades?
No lo sé.
Solo sé que el haber o no existido en nuestra vida, algunas de las cosas escritas arriba, no es causal de vida.
No modificará el año transcurrido ni tampoco el que se inicia.
Porque los años, al igual que la vida misma, no se acuestan por la noche imaginando utopías ni se levantan por la mañana caminando sobre realidades.
El año será siempre un almanaque colgado sobre la pared de la vida.
Solo cada uno de nosotros modificará el curso de las utopías.
Y en el año que termina hubo compañías que ayudaron a modificar el curso de esas utopías en esta columna de lunes. Muchos ayudaron a crear sueños escribiendo y otros completaron los mismos leyendo y comentando.
En tiempos en los cuales no existían los tiempos, nuestra compañera María Rosa (Shou) nos ha dado una gran mano para que este espacio siguiera saliendo.
A ella y a todos los que colaboraron muchas gracias.
Gracias por la madurez, por el criterio, por la humildad y sencillez, por la calidad de subir textos dignos sabiendo que de no hacerlo igual se subirían sin censura de ningún tipo.
Eso me pone muy feliz, demuestra de la madura calidad de quienes escriben en esta página de cuentos.
Volvamos ahora a Melina, cuando al cederme el raro privilegio de hacer amigos decìa: .....
"Cada cosa empieza para terminar alguna vez y por cada final un nuevo comienzo que nos devuelve la sonrisa"
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Que este final de año, sea el inicio de un nuevo comienzo que nos devuelva un poco esa costumbre de sonreír, esa linda manera de producir hoyuelos sobre cada mejilla....
Gracias a todos los que escribieron este año y los que lo harán durante el venidero.
Y para la querida María (Anémona): la columna seguirà saliendo en lunes, el que se despide es nuestro cansado año 2005.
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