el dolor se dibuja - surca una línea - cual gota que baja... mojando el yeso que hoy blanquea mis manos. Una silueta yace rota sus ojos no lloran, sólo atestiguan - lo aterrador de las gotas - mientras mis manos se colorean... cual rameras llegada la noche.
Texto agregado el 26-12-2005, y leído por 148 visitantes. (1 voto)