La primera vez que me di cuenta que no podría huir de ella ni siquiera de noche sentí un asomo de pánico, y es que soy ese ser en transito que escapa sin detenerse y sin embargo siempre añoro todo lo que he dejado atrás, todo aquello a lo que con suerte nunca tornare, me pasa algo similar con las personas, entre mas las quiero mas lejos quiero estar de su lado y no es que ame la soledad, lo contrario me atormenta pero de cierta manera es como si solo pudiese entender a los demás cuando no hay nadie ya que pueda verme, supongo que detesto que los demás puedan ser testigos de mi propia existencia pero no podría vivir sin saborear las existencias ajenas

El cree que yo le pertenezco, se imagina que lo acompaño, supone que algo nos une, yo solo asecho tras las luces, espero mi momento, mi oportunidad de ser libre y poder moverme de un lado a otro sin necesidad de nada ni nadie que me proyecte.

Al medio día era demasiado evidente, ella siempre estaba allí al lado mió y se desdoblaba, cambia de tamaño se volvía barias de barios tonos y distintas formas, a mi me gustaba porque era oscura, nunca me dijo nada y si yo le hablaba no me respondía y sin embargo podía caminar horas y siempre que hubiera luz solo tenia que voltear mi mirada y hay estaba ella mirándome impasible y si me apetecía le sonreía pero si no pues caminaba mas rápido y la ignoraba.

Y fue entonces que cojio esa costumbre de vivir con la luz apagada y solamente salir de noche, el supuso que si no podía verme entonces yo ya no existía, pero yo seguía hay asechándolo en la oscuridad. Todo aquello comenzó a impacientarme, el se volvió cada vez mas paranoico, ya ni siquiera dejaba que me diera la luz de la luna y la verdad cuando tu eres como yo y eres solo oscuridad y solo grises aprendes a disfrutar de la luz, pero el no, el quería negar mi existencia quería acecinarme lentamente, yo fui paciente y aprendí a odiarlo sin prisas.

Ase un mes o dos o tres que perdí la noción del tiempo, fue por eso de salir solamente de noche y vivir con las luces apagadas, yo suponía que ella ya se habría cansado y me dejaría estar por fin solo, en un principio eso era lo que yo quería que se fuera y me dejara en paz, es que su sola presencia me recordaba demasiado a mi mismo y me atormentaba porque se que puedo escapar de todo, menos de mi propia locura.

Los últimos días fueron los peores, ahora ya no le bastaba con salir únicamente de noche sino que además buscaba los caminos mas oscuros, termino por convérsense a si mismo de que lo había logrado y que podía olvidarme tranquilamente, y sin embargo yo estaba hay, siguiendo su pasos en el anonimato, preparándome para recibir la luz, y entonces le diría que estoy cansada y que me boy.

Aquella noche yo no pude seguir mas con la farsa, por mas que quisiera negarlo la extrañaba, así que me salí del camino habitual y me pare bajo la luz de una farola y efectivamente hay estaba ella, tirada en el suelo, mirándome en silencio, yo le sonreí y la salude, y en ese momento sin mas y ante mis propios ojos ella se separo de mi ,se levanto, se puso en frente mió y me dijo…

Entonces le dije: mira tu no eres mala persona, es mas si hubiéramos aprendido a ignorarnos mutuamente hubiésemos llegado a ser grandes amigos, pero de todas las personas en esta ciudad eres la única que tenia que tomarse tan putamente enserio su propia sombra.

Y después ella me dio la espalda y se fue caminando como si nunca hubiera tenido algo que ver con migo, y así fue como queriendo escapar de ella termine por hacerle la vida tan imposible que fue ella quien decidió marcharse. Donde estará mi sombra mientras yo escribo este cuento?