Tenías el cien por ciento de mis pensamientos
Hasta la ultima parte de mi alma en tus bolsillos.
Te di a beber hasta la última gota de inocencia que tenía.
Tenías mi corazón latiendo en tus manos
Tenías todo el amor cosechado en 17 años.
Me tenías completamente.
Tenías mi piel como tu abrigo cada noche en invierno.
Mi espalda para rozar con tu pecho.
Mis piernas para correr hacia el deseo.
Mis brazos para que abrazaran tus miedos.
Mi pecho para alimentar tus fantasías.
Mis ojos... para ver el mañana.
Mi boca, para decir lo que querías escuchar
Mis labios para besar hasta la última parte de tu cuerpo…
Lo tenías todo…
En pocas palabras: todo mi ser.
Y tenías lo que pedías
Y lo que soñabas
Y lo que inventabas…
Y hasta lo que ni siquiera conocías…
Y hoy, cuando ya no estás…
Yo no tengo ni la más remota idea de quien soy…
Texto agregado el 24-12-2005, y leído por 114
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
08-07-2006
Hay un mundo tras el, solo pon atención***** purosentimiento
24-12-2005
El poema es bastante bueno. Puede ser excelente si superas los versos melodramáticos y propones una inmersión del dolor, más que una explicación. En realidad el final es muy perturbador, es lo más firme. hotros