No quiero comenzar esta historia como todas las demás, simplemente porque esta ya es historia y me ocurrió de verdad, no quiero ser el simple escritor tradicional deprimido y alejado de la sociedad en que todo cuento termina mal, voy a ir contándolo poco a poco y a medida que ocurrió para ver si así recuerdo como terminó.
Estoy sentado en mi escritorio con lapicera en mano y debajo de ella un papel, me invaden los recuerdos, me atormenta el no saber que es lo que recordaré, pero estoy seguro que a sus brazos debo de caer y ahí me quedaré hasta que mis manos comiencen a arder y mi lapicera azul deje de marcar el papel. Debo dejar de decir habladurías y comenzar a concentrarme en mis fantasías, para así distraer al tiempo y poner toda mi atención en ese amor que robó mi corazón. He aquí donde comienza mi historia, pero antes me falta pedirles un favor, quiero que cada una de mis palabras sean ustedes y sabrán lo que es sentir el amor con tanta pasión.
Todo comenzó en este mismo lugar, solo que era de madrugada y yo estaba acostado en mi cama intentando burlar al tiempo durmiendo hasta despertar. Se metió en mi sueño de una manera tan inocente que aun tengo bien presente que no sabía que era ella quien me había hecho levantar, evidencié por la cara que algo en mi empezaba a cambiar, en ese mismo instante me volví a acostar. Cinco de la madrugada y el tiempo no pasaba, yo pensaba en ella sin saber en quien pensaba, y por esas cosas, de un momento a otro pude descansar.
Ya era jueves de noviembre, no recuerdo bien el año pero sé que al día siguiente terminaría mi ciclo escolar. Me despertó el sonido de los pájaros, mi vieja haciendo mandados y yo pensando en ese sueño lindo pero raro que me había levantado renovado. A media tarde me le puse escribir, me salió un cuento hermoso del que no me puedo olvidar, de aquí en adelante lo voy a llevar a cualquier lugar por si tengo el privilegio de poderla encontrar. Un nuevo día había pasado, y digo nuevo porque sin dudas no fue igual a los demás. Otra noche llena de preguntas, había una que el tiempo me había podido contestar, ahora sabia quien era ella, solo de vista la veo todos los días en el patio de la escuela pasar, sé que es dos años menor de acuerdo al curso que va, pero no conozco nada más. Me apresuro a dormir para poderme levantar y creo que la historia se vuelve a repetir aunque esta ves se las tengo que contar.
Sean testigos pero sepan que solo fue un sueño y no sucedió de verdad. Estoy parado en la puerta del salón esperando ser llamado por mi profesor cuando la veo a ella entrar por la puerta principal, nunca siguió este camino para llegar a su sitio pero esta ves lo hizo y pasó justo al lado mío, en ese momento la miro a los ojos y me apresuro a preguntar -¿cómo te llamas?, -me llamo Diana, dijo, y siguió su camino. De ahí en adelante no recuerdo nada mas, siempre me tenía que despertar cuando el sueño acababa de empezar. En dos noches repetí este sueño cuatro veces, realmente hacía varios meses que no me levantaba con una mente tan despejada.
Por ultima ves tuve que madrugar, cambiar y desayunar para ir al colegio en auto con mi viejo. Ya me encontraba con mis amigos, estaba perdido por tantos sucesos, en un instante pensé que si hoy no me hacía conocer jamás la volvería a ver. Mientras mis compañeros perdían su tiempo haciendo una prueba de la que ya no podían zafar, yo esperaba afuera del salón junto a la puerta para ver si ella entraba y me ofrecía su corazón. En ese preciso momento la vi llegar, moviendo ambos brazos al caminar y sonriendo sin un motivo en especial, no sé porque pero todo el cuerpo me empezó a temblar, no seguía su camino habitual, encaraba para el lado mío, recuerdo que pensé “a ver si mi sueño se hace realidad” cuando estaba justo por pasar cierro los ojos y le digo...
-¿cómo te llamas?
-me llamo Diana, (me dijo con vos muy sensual y casi sin mirar)
¿Por que preguntas? (insistió)
-por pura curiosidad.
Creo que susurré unas palabras tales como “llena de dulzura y pureza en su hablar”, porque largó una sonrisa que me volvió a la realidad. Cuando se repuso insinuó...
-¿vos como te llamas?
-Andrev.
Creo que sonrió pero no recuerdo bien como terminó, aunque sé que al final le dije...
-cuando termines de hacer lo tuyo, ¿podes venir un segundo que quiero conversar?
-sí, (me contestó y se marchó del lugar)
Aproximadamente media hora la tuve que esperar hasta que se desocupó y asistió sin mas rodeos que dar.
-primero que todo te quiero saludar.
Le di un beso entre la mejilla y la boca que le hizo alterar los latidos del corazón.
-quiero contarte lo que me pasa, hace desde que empezó el año que vengo pensando en vos, al principio pensé que no era mas que una obsesión pero el correr del tiempo me fue diciendo que me estoy enamorando... me estoy enamorando sin tu amor. No quiero sufrir, solo hacerte feliz, quiero conocerte y tenerte, quiero ser tu amigo y quien te haga mimos, quiero ser tu abrigo cuando sientas frío. Me siento hundido en un río cuando pienso que tus ojos pueden mirar a otros que no sean los míos... por eso vine hasta acá a hablarte, y para decirte que lo siento si no lo hice antes, espero que no sea muy tarde porque ¡mi amor! Solo en vos a estado ocupado mi corazón.
Vi en ella una sonrisa que a pesar que quiso no pudo disimular, se dispuso a hablar pero algo la detuvo, creo que estaba conmovida por mi manifestación de amor porque le empezó a fallar la respiración, al final sacó fuerzas para dialogar.
-no esperaba que me dijeras todo esto, quiero saber si tienes algo mas que acotar porque estas a punto de hacerme estallar de felicidad.
-un día entero podría estar hablándote, pero todo lo resumo con un cuento que te escribí en la tarde de ayer, se llama “princesa de una noche sin sueño”.
Agarre el cuento y se lo di, solo atinó a leerlo frente a mí, cuando concluyó tuvo palabras tan solo para decir...
-esto es realmente espectacular.
Me sentí obligado a continuar hablando y dije...
-me muero porque esos ojos solo tengan luz para alumbrar mi ser, me muero porque esas manos acaricien mi piel, me muero porque esos labios me besen diciendo palabras de amor con el mágico sonido de tu voz, me muero...
Puso su mano en mi boca y se acercó a mi oído.
-hay veces que las palabras no hacen falta para expresar amor, (me dijo) con solo ver tus ojos ya supe lo que querías decirme y lo que sentís, y sé que lo que decís lo haces con toda la pasión que habita en tu corazón, por eso ahora quiero que escuchemos al silencio y que cada uno haga lo que le parezca mejor en esta situación.
Luego de un instante solo hicimos caso al corazón y nos besamos como si cada uno de nosotros perteneciera al otro en un eterno laxo de amor.
Cinco minutos tuve que esperar, mi profesor se decidió y me hizo entrar... la vida te trae sorpresas, muchas veces no las esperas pero esta fue agradable de verdad. Ese día lo acabamos juntos y enamorados como novios de la mano... la felicidad es incierta, pero es intensa por eso cuando llega hay que saberla aprovechar. Varios años han pasado y ella continua a mi lado, nuestro amor no ha cambiado, solo cambiamos los anillos de la mano, ahora estamos casados... el tiempo no puede evitar que tu sueñes ser amado, el tiempo no te puede sacar la felicidad de las manos, el tiempo puede ser tu amigo solo debes ir despacio.
Mientras estaba sentado en la puerta del salón la vi a ella y me inspiró... me inspiró su belleza, cada parte de su presencia, fue la mujer más bella de la escuela, y la más tierna en mi conciencia. Este cuento es para ella... ella era dos años menor que yo, iba a primero polimodal mientras yo estaba por terminar, hoy le agradezco a dios que esa mañana me animé y la pude saludar.
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