Cuando logró abrir los ojos
Se dio cuenta que eran las lágrimas
Las causantes de tanta ceguera
Aquellas húmedas tristezas
Que se albergaron largas horas en su mirada
Sin dejarla descansar
Sin permitirle ese sueño necesario
Porque quiso dormir
Era lo que más anhelaba después de una larga tarde
Después de una dolorosa e interminable tarde
Había tanto dolor en ella
Tanta oscuridad durmiendo en su pecho
Aferradas… sin querer abandonarla,
que no encontró mejor solución que el llanto
Para exorcizarse el alma…
para exorcizarse de él…
se levantó con el espejo en la mano…
miró detenidamente la imagen que se reflejaba…
era la imagen de una pobre mujer ahogada en el llanto,
en un llanto escalofriante, abismante.
Como impulsada por oscuros ángeles
Se deshizo del espejo
Lo arrojó hacia la nada
Para no tener que mirarse
Para no compadecerse de ella misma
Para no atormentarse en ahogos nuevos
Y trató de avanzar, sigilosamente
Para que nadie despertara…
Para que la calma se hiciera eterna
y el silencio siguiera gobernando la habitación…
Pero sus pisadas no continuaron
Su cuerpo no pudo moverse
Quedó atrapado entre las espinas…
Su cuerpo estaba destrozado…
Inmovilizado por el despecho
Su cuerpo cayó al piso…
Destrozado de dolor…
De ese dolor abismante con el que despertó