Hoy, me dijiste
las más lindas palabras,
y aunque estaba triste,
mi mañana la alegrabas.
Recordaste, aquellos tiempos,
cuando ibamos de la mano,
convíviamos muy contentos,
en aquél lugar cantando.
Me besabas, te besaba,
me acariciabas, te acariciaba,
me cantabas, te cantaba,
y así llegaba la madrugada.
Para quitarnos el frío,
me abrazabas, te abrazaba,
y tu pecho junto al mío,
yo sentía que se temblaba.
Amaneciamos contentos,
con una eterna sonrisa,
pues no faltaba el alimento,
para nuestra alma querida.
Hoy estás aquí conmigo,
y siento felicidad,
me das calor y abrigo,
ya no siento soledad.
Las palabras que dijiste,
todo mundo se las sabe,
" Dios quiera que lo nuestro,
nunca, nunca se acabe"
Y de verdad vida mía,
esto no va a terminar,
hasta que tú lo decidas,
y ese será el final.
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