Tu, patriarca, que hace 730 días me abandonaste a la suerte de los vivos.

Tu, amigo, que como un ingeniero creabas ideas y máquinas constructoras de sonrisas.

Tu, abuelo, que con tu sabiduría opacabas a los ermitaños más notables.

Hoy, vuelven a hundirse tus cenizas en la muerte para siempre sobre los olvidos.

hoy, la tumba exhala energías de un aniversario tan triste como el águila que no puede emprender su vuelo más allá de la blanca cordillera.

Hoy, salen unas lágrimas de roca de mis pupilas fusiladas.


*Quien desee comprender toda la historia remítase previamente al texto "Aniversario"....
De aquél 21 de diciembre de un 2003 que no volverá para llorarlo...

atte.

El Coronel