Desperté con gritando. Fué un grito inconciente causado por el dolor de cabeza. Santía como si alguien me hubiera golpeado y ahora me estuvieran apretando el cerebro, era la resaca.
Te despertaste nervioso y asustado, al escuchar mi grito te sentaste de golpe.
Yo también me senté.
-Qué pasa?- preguntaste preocupado
-Me duele un montón la cabeza- dije
-Ahh- suspiraste y te tranquilizaste
-Perdón, te asusté?-
-Mucho-
-Bueno, me duele mucho la cabeza-
-Te acordas lo que pasó anoche?-
-No, pero de algo estoy segura, me tomé todo-
-Sii-
-No mea cuerdo de nada! hice algo de lo que deva arrepentirme?-
-No que yo sepa-
-Algo inapropiado?-
-nono-
-Que bueno!... pero supongo que "lo" hicimos,no?-
-Si, no te acordas de eso tampoco?-
-No- respondí- fue lindo?
-hermozo-
-Lo hice bien?-
-Fantastico-
-Que mal que no mea cuerde!-
-Bueno, pero ya que estamos despiertos hablemos de mañana, si te duele la cabeza, igual vas a ir al picnic?-
- Claro que si, yo organicé ese almuerzo campestre-
- almuerzo campestre?-preguntaste
- Si, y no critiques mis palabras que si mal no recuerdo todas las noches de invierno que dormimos juntos te quejabas diciendo tengo FRÍÍTO-
-Sii, sabes que me gusta hablar en diminutivo-
-Bueno quiero dormir, buenas noches-
-Buenas nochees-
Una de mis tantas resacas.