La tenue mirada se pierde en el llanto. La frágil sonrisa se acaba después. Y entonces te das cuenta que tus sueños de niña no crecen como quisieras, y el amor no es rosa ni eterno sólo es.. La trenza deshecha develan los trigos de tu color de cabello, y las pálidas garzas el color de tu piel. El carmín de todos tus labios se abren durante un tiempo, mientras se pierde tu alma, y se entrega tu piel. Y entonces se expande tu aura, y vuela tu ser. Porque ya eres mujer.. su mujer.
Texto agregado el 20-12-2005, y leído por 269 visitantes. (2 votos)