entes viles que tienen colmillos gritan y rien como hienas de piel rala, acaician mi cuerpo se escucha, hay una fiesta arden mis huesos sin piel el fuego salta al compás de sus gritos las bestias en torno del festín mi sangre tiñe sus caras devoran con ansias mi carne hermosa, la reina trae el silencio se cobijan tras su sombra las criaturas satisfechas juzgarán mi esqueleto vencido con ojos lascivos aman el dolor se eschucha la cercajada de la reina hermosa ha degustado mi carne; augura que debo vivir
Texto agregado el 20-12-2005, y leído por 329 visitantes. (6 votos)