Fue una noche de domingo… como en tantas otras la tristeza me cubria por completo el alma… alma q tome de algun muerto por q la mia me la habian robado, abri mi ventana buscando mirar como siempre solo la luna, y ahí estaba… simplemente con su hocico de felino asomado por mi ventana, por las noches un lince con sus sentidos mas afilados q una espada de doble filo, peligroso si uno no sabe como tomarlo, quise tocar sus orejas pero tomo distancia mirandome con sus grandes ojos negros como la noche, asi del mismo color su pelaje brillante, para mi no era un lince mas bien una pantera negra, q recelosa miraba y observaba cada movimiento de mis dedos antes q yo misma me diera cuenta q los estaba moviendo. Asi es q entendi q solo tenia q observarlo para aprender de el, darme cuenta q es lo q le gustaba y q lo enfadaba. Por las noches era… un lince… lince de la noche, con sus garras trepaba a los arboles mas altos solo para poder contemplar las pirámides de Egipto si el asi lo deseaba. . Sus ojos se transformaban en estrellas fugaces donde sus dos deseos mas importantes vivian en el.
Asi… cada noche, y a veces de dia, solia abrir mi ventana para aprender algo mas de el, una noche simplemente se acerco, sin q yo lo llamara, y apoyo su hocico en mi ventana con sus patas grandes y tiernas, comenzo a jugar, me conto de su cachorro y su hembra, q no solo subia a los arboles y montañas mas altos a mirar las estrellas, sino q tambien ahí, donde nadie lo escuchaba aullaba de tristeza por no tenerlos cerca, me conto de sus miedos…le pregunte q lo lastimaba o lo dañaba? bajo sus grandes ojos negros para q no viera el brillo de angustia cuando decia q era lo q realmente lo ponia triste. No le costo contestarme… lo q mas mas me pone triste todo el tiempo es…. Y después se fue, solo se perdio en la oscuridad de la noche. Durante un tiempo no lo encontre, y lo extrañe… asi pasaron dias y noches enteras o mas bien dias sin noches, porq faltaba el q era la noche misma.
Hasta q un dia, abri mi ventana y estaba ahí otra vez … jugando con sus figuritas de dragones, sonriente, radiante, feliz, y, veloz...mas veloz q el mismo viento, con sus grandes ojos negros q como una luz negra iluminaba mi piel blanca, el brillaba mas q nunca, de sus ojos salia una luz q cegaba la mirada de quien no conocia el amor, amor q en su alma de felino lo hacia correr de alegria, un lince veloz, jugaba y corria mas rapido q el tiempo, mientras corria intentaba atrapar las mariposas y las flores mas bellas para hacer un hermoso regalo, se apoyo en mi ventana y me conto de su alegria, q la noche anterior subido a la rama de un arbol vio q venian su cachorro y su dama, como a el le gustaba llamarla . yo me senti feliz por el, pero mucho mas feliz por su regreso..
Mi dulce lince de ojos negros… q sin darse cuenta lleno de alegria mi alma tantas veces, entre tantas cosas q aprendi observandolo descubri q no solo los dragones son buenos protectores, el es mas q eso, es una gárgola q no necesita riquezas para obtener su poder, mi gárgola donde se mezclan todos los felinos en uno, felino alado, q vive en la torre mas alta de mi castillo por merito propio. Y q tantas veces espanto mis miedos y pesadillas.