Véase lo evidente: diferentes. Fije su desatada ironía en analizar las preguntas corrientes y descubra lo que en realidad es obvio. Tome en consideración que absolutamente todo es palpable. Ríe y disfruta las palabras que piensas decir.

Ahora piensas de donde eres, por donde vienes y para donde vas. Vuelve a recordar esta palabra: diferentes. Si recordaras todo lo que has hecho apuesto mis letras en afirmar que sabes la referencia unívoca hacia lo lamentable.

Observa la pureza de tu ambiente, tu pulcra y limpia imagen y la piscina de tu casa. Inténtalo de nuevo: diferentes. Escucha el sonido del ave matutino y del roedor nocturno, vuelve a pensar lo que deseas decir.

Vayamos mucho mas allá. Imagina sus ojos cercados por un cristal inerte. Siente tu dolor por su frígida visión y concéntrate lentamente hacia la luz: diferentes. Piensa en tus ideas y enciérrate en el hoyo del silencio, allí las palabras no se escuchan.

Tú sabes lo que tienes de frente. Sueñas con las palabras correctas y la perfecta sincronía de tu verdad. Pero debo decirte lo siguiente: diferentes. Recuerda el sufrimiento pasajero y tus días de desvelo ante un cigarrillo disuelto. Llora por el rostro que apenas mira el infierno.

Huele desenfrenadamente el aliento polvoriento del romero y analiza discretamente el sudor de su cuello. Ni siquiera te lo imaginas: diferentes. Me confesaste que te es grato el olor a miel. Hueles a menta y te avegüenzas del paquete que comiste.

Volemos al más allá. Tú sabes lo que tienes de frente. Si te acuerdas de su extraña risa y sus ojos de mármol negro te aseguro que tus pretéritas palabras fueron en vano. Sufre su concepto: diferentes. Además, has olvidado que te queda poco tiempo. Sé que eres paciente pero apúrate, antes que se conozca el veredicto del reloj.

Sábes donde te has metido. Creo que no debo recordarte que apuestas tu vida hacia la inseguridad. Sé lo que has sufrido y lo que sufrirás. Sé donde es el límite de tu orgullo. Sé el poder de tus impulsos. Peor aún, sé las palabras que rigen tu destino. Todo está a la vista, todo se siente. Ahora sé que ves lo evidente: diferentes.