Hoy es un día muy especial,
Hoy por fin comprobaré la veracidad de las palabras de mis padres,
Hoy me daré cuenta de la existencia y el significado de palabras tan vanas y a la vez tan pretenciosas como son la justicia, la verdad, la felicidad y Dios.
Pero antes quisiera agradecer a todas las personas que me han llevado por el sendero que me condujo hasta este momento.
Gracias a mis padres por omitir frases como “no te preocupes todo va a solucionarse” o “no te rindas lo lograras” y haberlas suplantado por palabras como “tu eres el único afectado, si quieres hacerlo, es tu problema, de todas formas no es tan necesario”, ya que con esto me enseñaron que no es necesario terminar las cosas, que una cadena de mediocridad te puede conducir a una vida basta y conllevable.
Gracias a mis maestros por enseñarme que el cerebro puede descansar y que no es un desperdicio dejar de explotar las capacidades de imaginación e intelecto, dejando en coma mis ideas y enseñándome un camino más fácil para lograr mis expectativas.
Gracias a mis amigos por mostrarme que todos pueden sobrellevar este estilo de vida sin ninguna objeción.
Gracias a mi religión que me enseño que por pocos pesos puedes vender consuelo y control en masa vendiendo una idea de temor y respeto.
Gracias a esas personas que me mostraron que hay un momento en el que la felicidad deja de ser algo puramente personal y se convierte en la consecuencia de acciones ajenas.
Gracias a todos los narradores de Dios, los cuales entre líneas me han hecho entender que Dios me regaló un soplo divino junto con un libre albedrío, dándome la capacidad de rechazar cualquiera de estos presentes, con lo cual hoy no acepto su soplo divino y me despido, sin antes agradecerte a ti, por leer mi saludo y despedida concientisandote por un momento que como cualquiera pasara y solo recordaran y agradecerán cuando me vean muerto y sin mas ideas que expresar, y gracias a todos aquellos que me demuestran que no estoy solo y que al darme cuenta de tantas cosas y salirme de un standar de conformidad no dejo de ser “humano” (se lo que sea que eso signifique) si no que me convierto en un animal raro, de una especie casi extinta incomprendida y criticada como pretenciosa y rebelde.
Solo me queda una pregunta al aire que espero sea respondida en poco tiempo.
¿Acaso Dios cree que es tan atractiva su propuesta de una estancia mundana de sufrimiento, dolor, y algunas pinceladas de felicidad, como para aceptarla con gusto y sin objeciones?.
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