¡Qué difícil es mantenerte como un viejo aseado! Hoy, los pelos de la nariz han crecido. He conseguido un espejo con aumento y una pinza con la que pienso auxiliarme. ¡Antes lo he hecho y he podido, porque no he de hacerlo!. A ver, allí está uno, que parece me lo puso el mismo diablo. Trato de apresarlo, pero no lo logro, buff al fin; ¡tardé una eternidad! Parece que fue ayer cuando mi amante me decía, acuéstese, que yo lo depilaré. Uno tras otro iban saliendo y cada vez que gritaba, ella corría sus dedos por mi mejilla y frotaba su nariz con la mía. ¡Pero eso fue hace mucho! ahora lo intento, y cada vez que logro quitarme uno, grito, tiento mi piel y una lágrima rueda encharcando el espejo.